Aún recién aterrizada en su despacho de La Alhóndiga y tras una semana cargada de reuniones con distintos colectivos de la ciudad para cerrar las actividades del Verano Cultural, María Eugenia Cabezas, recientemente designada concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zamora, comienza a perfilar hacia dónde va a dirigirse su concejalía en los próximos años.

„Hereda una concejalía que ha sido muy criticada durante los últimos años. ¿Qué cree que se ha hecho mal?

„No se ha dado atención suficiente a las propuestas de algunos ciudadanos. Durante lo poco que llevo aquí, me ha llamado mucha gente diciendo que no presentaban proyectos porque no se le iba a hacer caso. Debemos escuchar a todo el mundo, aunque luego se valore si la propuesta nos gusta o es asumible a nivel presupuestario. En Zamora hay muchísimo talento, ideas y ganas de hacer cosas. Además, creo que debería haber mayor variedad cultural, dando cabida a otras propuestas alternativas de la gente joven y que tienen que tener más protagonismo, al igual que los barrios. En las zonas de la periferia no se ha hecho nada y desde la concejalía tenemos que animar a que se haga. Hay que educar culturalmente a la gente y ayudarles a que le gusten cosas nuevas. Zamora no es solo el centro de la ciudad, y hay asociaciones de vecinos que tienen ganas de aportar ideas y de que se les haga caso.

„¿Hasta ahora las asociaciones han funcionado de forma autónoma?

„Creo que sí. No he podido aún hablar con todas las asociaciones culturales, aunque ya hemos empezado a contactar con grupos de teatro y otros colectivos. Nos están presentando proyectos y notamos que hay muchas ganas de hacer cosas, y nosotros también las tenemos. Aunque tengamos un presupuesto limitado que venía de antes, intentaremos llegar a todo el mundo y hacer todo lo que esté en nuestra mano.

„¿En qué se está trabajando ya? ¿Cómo se ha encontrado la concejalía?

„Apenas llevo unos días y solamente me he encontrado colaboración. Todo el mundo quiere ayudar y buena disposición de todos los que están aquí trabajando, que me echan una mano para sacar todo adelante intentando quitarme parte de agobio de las cosas que hay por hacer.

„Una de las propuestas estrella del programa electoral en este área era la creación de centros cívicos en las antiguas escuelas de Renfe, el Tránsito... ¿Hacia dónde se va a enfocar?

„De momento no nos hemos podido parar a pensar en esos proyectos porque había cosas que tenían que cerrarse antes. Ya nos hemos encontrado con grupos de música y teatro que nos han pedido locales para ensayar y probablemente ese pueda ser uno de los usos que se le den a estos centros. Tenemos en el matadero un centro a medio terminar y tenemos que ver qué pasa, por ejemplo. Lo ideal sería tener uno en cada barrio y ojalá pueda ser así. Todos necesitan un espacio para sus actividades e intentaremos dárselo.

„De hecho, el tema de los locales de ensayo es una de las principales demandas de los grupos de música zamoranos, que también reclaman un festival propio para mostrar su potencial. ¿Hay algún proyecto para ellos?

„Sí. Le estamos dando vueltas y hemos recibido propuestas. Lo tenemos en mente, aunque no sabemos si se podrá organizar este año o el que viene. No puedo prometer una fecha exacta cuando llevo solamente una semana en el despacho y no sé lo que puedo cumplir, pero se hará. Nuestro deseo es hacer algo con cierta continuidad y que no quede en un festival puntual, sino que sirva de trampolín para la cantera de grupos que empiezan.

„La suya es un área donde se ha recortado mucho. ¿Tienen esperanza de que pueda subir su presupuesto?

„Sí, siempre se corta de ahí porque a muchos les parece que es lo que menos falta hace. Queremos conseguir que la gente no conciba la cultura como un lujo sino como una necesidad. Como decía alguien, un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad porque son nuestras raíces. Hay que educar a la gente a que sea crítica, piense y exija uno de los derechos fundamentales como es la cultura. Aún es pronto para hablar de presupuestos, pero esperemos que sí. Tengo confianza en que al menos no se recorte, pero entendemos que hay muchas necesidades en la ciudad. No quiero decir con esto que la cultura no lo sea, ni mucho menos, pero es cierto que hay urgencias vitales para los zamoranos que seguramente sean prioritarias. Si nos pueden subir el presupuesto un poquito, genial para nosotros, pero las familias que necesitan una mano tienen que ser siempre lo primero, y en Zamora hay muchas personas en esa situación. Como somos gente trabajadora y con imaginación, con lo que tenemos intentaremos hacer todo lo que podamos.