"Zamora ha iniciado el camino al cambio". Esta sería la frase con la que se pueden resumir las conclusiones de los sociólogos zamoranos sobre las elecciones municipales y autonómicas del domingo. Manuel Mostaza -politólogo y director de operaciones de Sigma Dos-, Alfredo Hernández -catedrático de Sociología de la Universidad de Valladolid- y Octavio Uña -catedrático de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid- ven la influencia de la política nacional tras el varapalo del PP. El repunte de IU se explica en que Guarido "ha sido capaz de aglutinar el voto de la izquierda", en que "no genera miedo como otros candidatos de izquierda y Zamora ha querido premiar su labor en la oposición" y en la ausencia de candidaturas de unidad popular más consolidadas, tales como las que ha habido en grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

Todos los sociólogos consultados hacen hincapié en las diferencias entre el voto urbano y el voto rural, uno más dividido y otro que claramente está a favor del Partido Popular. "Las fuerzas que se encuentran fuera del bipartidismo están muy ligadas a los entornos urbanos y fuera de las ciudades tienen más dificultades", reflexiona Mostaza. "Los que votan al PP viven en los municipios más pobres, envejecidos y con menor nivel de renta. Las ciudades con cierto grado de industria y renta per cápita han girado a la izquierda", subraya Alfredo Hernández.

Manuel Mostaza apunta que "mientras en el año 2011 la marca del PP cotizaba al alza, ahora es justo al revés", algo que ha lastrado a los populares. "Se necesitaban candidatos mucho más consolidados para hacer frente a esta situación", apunta. El voto del cambio, asevera Mostaza, ha ido a parar a Izquierda Unida, "que ha recibido el premio por su buena labor en la oposición". Así, "los zamoranos han demostrado la importancia de un buen candidato que contrarreste la marca del partido". Además, "no debemos olvidar la ausencia de una candidatura de unidad popular que contara con el apoyo de Podemos en Zamora". Izquierda Unida, apunta el sociólogo sanabrés, "tiene un espacio muy marcado en Zamora que dificulta la creación" de este tipo de candidaturas.

Alfredo Hernández se muestra mucho más crítico con la labor del PP durante los últimos cuatro años. "La forma de ejercer el poder del PP, arrogante, ha llevado las cosas a un punto en el que era necesario decir basta", apunta. "La cosa ha llegado a tal punto que ni el presidente de la Diputación va a ser alcalde del municipio en el que se presentaba", recuerda Hernández en referencia a la candidatura de Maíllo en Casaseca de las Chanas, donde ha obtenido tres concejales y PSOE e IU podrían gobernar si llegan a acuerdos. Zamora está, según el sociólogo, ante "un momento de cambio muy importante porque el PP no ha sabido dar solución a los grandes problemas de la provincia: los bajos índices socioeconómicos y la despoblación". Lo que ha pasado en Zamora, apunta Hernández, "es sumamente importante" aunque "esto no quiera decir que los males endémicos de la provincia y de la capital vayan a solucionarse de forma instantánea".

El zamorano Octavio Uña también ve la sombra de la política nacional detrás de los malos resultados de los populares, "que han perdido las tres principales plazas de la provincia" pese a que fueron la fuerza más votada en Zamora y Benavente. "Presentar la economía como principal baza de cara a unas elecciones es un ejercicio de propaganda política muy simplón", asegura Uña. Así, "el PP ha actuado como si la situación fuera la misma que hace cuatro años y todo ha cambiado", algo que explica los malos datos nacionales y también los provinciales.

Bajando al nivel provincial y municipal Uña apunta que "no hay innovación en los principales partidos, por eso los ciudadanos han optado por otro tipo de fuerzas" como Izquierda Unida. "En Zamora se ha hecho una campaña según la costumbre, sin ideas nuevas y, como pasa en los grandes partidos, con las mismas caras de siempre. No se puede poner a personas que en teoría valen para todo en cualquier sitio, es necesaria gente especialista en su ramo".

Lejos del panorama municipal quedan también para el análisis los resultados de las elecciones autonómicas -cuatro procuradores para el PP, dos para el PSOE y uno para Podemos-. Según Manuel Mostaza "aquí cobra mucha más importancia la marca del partido que el propio candidato, porque mucha gente ha votado a Podemos por Pablo Iglesias o a Ciudadanos por Albert Rivera cuando ellos no son los que realmente se presentan a las elecciones". Mostaza ve un signo de "madurez democrática" en que los electores hayan sabido diferenciar los comicios autonómicos de los locales. Pese a lo que podía pensarse, "a Podemos no le ha pesado no concurrir a las municipales y ha tenido un buen respaldo en Zamora", reflexiona Mostaza.

Alfredo Hernández saca a colación la reforma de la ley electoral cuando es preguntado sobre el mismo asunto. "Se aprobó para favorecer al bipartidismo en la Transición pero el mapa político ha cambiado", apunta. "Lo lógico", insiste, "es que hubiera una circunscripción única en las generales e igual, a nivel regional, en las autonómicas". De ser esto así, asegura Hernández, "Podemos y sobre todo IU hubieran tenido más representación" en las Cortes y "los votos que ha tenido" Izquierda Unida "en Zamora, Soria o León no caerían en saco roto".

Ninguno de los sociólogos consultados espera que el panorama cambie de cara a las elecciones generales de finales de año. "No hay margen para que el voto perdido vuelva al PP", apunta Alfredo Hernández. Por su parte, Octavio Uña asevera que los populares "no pueden repetir de nuevo lo de la economía, tienen que ofrecerse a gobernar de otra manera, pero serán promesas y los últimos cuatro años han sido los que han sido".