Los votantes tienen serios problemas para "encontrarse" en los colegios electorales debido a que, desde hace un par de convocatorias, ya no se ponen los listados completos, con nombre y apellidos, de los censados, sino sólo la relación de calles que corresponden a cada urna. Ha sido uno de los problemas más habituales en la jornada electoral que se vivió ayer en la capital sin grandes sobresaltos. La falta de presidentes y vocales titulares a la hora de apertura de los colegios empieza a ser también demasiado habitual, según aprecian interventores veteranos de los partidos, quienes coinciden en afirmar que se ha instalado una especie de percepción popular de que no acudir a la llamada de la administración para formar parte de una mesa electoral no trae consecuencias. Aunque la participación en la capital no fue demasiado elevada, sí se registraron, a mitad de jornada aglomeraciones en algunas mesas.

E "No me encuentro". Los problemas para encontrar la mesa de votación fueron habituales en colegios como el Juan XXIII o La Hispanidad. Según parece, por necesidades de protección de datos personales, ya no se pueden poner los listados con nombres y apellidos y cuando las calles aparecen "troceadas", los electores tienen serios problemas para encontrarse.

E Presidentes ausentes. Los problemas de falta de titulares en las mesas se dieron en numerosos colegios, como La Hispanidad, el Claudio Moyano o el Maestro Haedo. En este último centro de los tres miembros de una misma mesa, dos fallaron con lo que las suplentes, Isabel Salvador y Francisca Terán tuvieron que hacerse cargo, respectivamente, de la presidencia y de una de las vocalías. Lo mismo ocurrió a un joven que venía de "empalmada" y le tocó quedarse en el San José de Calasanz, con lo cual se metió entre pecho y espalda otras quince horas de jornada laboral extra.

E Oreo Kastro. Pero quizá el caso más llamativo es el de Íñigo Rodríguez, de 24 años, recién llegado de ayudar a los refugiados sirios en el campo griego de Oreo Kastro y que dedicó su último día de vacaciones antes de empezar a preparase el MIR a presidir una mesa electoral en el Arias Gonzalo, por culpa de la ausencia del titular, que no apareció. Tampoco pudo participar con su Citroen en la concentración de San Pedro.

E Por duplicado. Y si en algunos colegios no aparecían los miembros de la mesa, en el Jacinto Benavente resulta que había tres presidentas, todas designadas titulares. Dos de ellas tenían niños que atender y se marcharon para casa, ya que la otra titular se ofreció a quedarse. En el mismo colegio se jugaron a sorteo el puesto dos suplentes que debieron ocupar el lugar del titular, que no apareció y ambos estaban como segunda opción.

E Censos inflados. Aunque la jornada discurrió con normalidad, hacia la mitad del día algunas mesas sufrieron serios problemas de aglomeraciones, con colas que llegaban a los patios de los colegios, mientras en otras los responsables de las urnas estaban, casi, de brazos cruzados. Ocurrió en el Jacinto Benavente, Candelaria y en el Arias Gonzalo. Se trata de mesas con un censo más alto que el resto, cercano a los mil votantes potenciales.