No deja de ser curioso que la feria electoral de San Pedro repita cartel, salvo el moderador del debate del indecente Ruiz. Ya estamos acostumbrados a que el muerto sea el mensajero, pero no pude evitar un punto de mosqueo al ver reducido al papel de emérito a Manuel Campo Vidal, recibiendo ayer a los cuatro candidatos a las puertas de la Academia de Televisión. Por allí circularon las cuatro comitivas, en unas instalaciones que recordaban los pasillos de Galerías Preciados con un punto de plató del "Un, dos, tres".

Los aspirantes a presidentes del Gobierno se saltaron la primera parte del concurso de Chicho Ibáñez Serrador, las preguntas, y pasaron directamente a la subasta. Pero en lugar de Mayra Gómez Kemp abrió fuego un comedido Pablo Iglesias, cariacontecido: "no es así, Pedro, no es así". Vamos, como si no hubiéramos escuchado al gallo cantar por Navidad en los jardines de Zarzuela: "kikirivicepresidente y CNI". En esa composición del Actor´s Studio un fallito de nada. Rivera le arrebató la bandera arcoíris para condenar los atentados de Orlando. Reacción de Iglesias añadiendo la celebración del día mundial del lenguaje de signos para que ni los sordos pudieran librarse de aquellos cuatro monólogos, porque debate, debate, lo que se dice debate, lo había más entre los moderadores, que al pobre Piqueras casi no le dejaban meter baza la incombustible Ana Blanco, superviviente nata del Telediario gobierne quien gobierne, y Vicente Vallés.

Se empeñan los analistas en echar la culpa al formato de bloques. Los bloques los ponían los moderadores y los aspirantes los derribaban a base de mantras: "dos millones de empleos", recitaba Rajoy. "No me dejasteis gobernar", reiteraba Pedro... Vamos que no hubiera estado de más que en aquel conjunto de soliloquios, repetitivos cual pepino, se hubieran dado un garbeo el Bigote Arrocet o La Bombi. Porque lo que más tememos es el que 26J nos vuelvan a dar calabazas: ¿Por qué seraaá?