"¿Cómo se vota al Senado?" Era la pregunta que formulaba ayer una ciudadana de Morales del Vino a las puertas del colegio electoral ubicado en las escuelas del municipio, ante la duda de si tenía que elegir a los tres miembros del mismo partido o podía elegir diferentes nombres y partidos. Y es que las listas abiertas de la papeleta color salmón creaba dudas en aquellos ciudadanos que no habían recibido el consejo de los diferentes grupos políticos, y ante la falta de campañas oficiales de información sobre cómo la ciudadanía debe ejercer el voto. Y si la cosa se presentaba fácil para la Cámara Baja y la elección de los diputados nacionales, una papeleta con un sobre y un partido, no era así para la Cámara Alta. "No sabía ni que había que traer boli, porque pensé que era meter la papeleta entera en el sobre y al abrirla me he encontrado con la duda".

Era una de las anécdotas que se registraban en la comarca del Vino, donde votaban candidatos relevantes en puestos de salida de las listas de Partido Popular e Izquierda Unida.

El más madrugador fue José María Barrios, el número 2 al Congreso por el Partido Popular, quien se tomaba su tiempo en la cabina para votarse a sí mismo y casi es el primero en votar en su mesa, aunque se le adelantó el exalguacil Domingo Barrios, identificado con Podemos. El exalcalde animaba a la participación ciudadana y sin querer avanzar resultados ya anunciaba que si conseguía el acta de diputado del Congreso abandonaría la vicepresidencia de la Diputación Provincial, aunque continuaría como concejal de la oposición en su pueblo, Morales del Vino.

Esta localidad es la de mayor censo electoral de la comarca, con cuatro mesas instaladas en las escuelas para un total 2.369 votantes. Era el secretario del Ayuntamiento, Miguel Peña, quien se encargaba de que todo funcionara legalmente minutos antes de dar comienzo las votaciones en el centro escolar donde acudían también apoderados e interventores de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.

En Villaralbo, con dos mesas y un censo electoral menor 1.546 votantes, se registraban las primeras incidencias de la jornada electoral. Pasadas las nueve y media de la mañana, cuando acudían a votar el matrimonio que conforman los cabezas de lista de Izquierda Unida al Congreso, Carlos Hernáez y al Senado, Ana Belén González, alcaldesa de la localidad, se encontraban con unas papeletas que incluían ya la lista del PP dentro del sobre. La sorpresa inicial pasó a cabreo cuando en una segunda papeleta ocurría lo mismo y lo propio pasaba con las listas del Senado, completadas con cruces populares.

El revuelo que se armó fue grande y Hernáez anunciaba que impugnaría la mesa, aunque al final lo que hicieron fue ponerlo en conocimiento de la Junta Electoral. Para aumentar el desconcierto y casi sin solución de continuidad otro suceso de importancia sacudía la misma mesa electoral: un ciudadano aseguraba no haber metido el sobre en la urna, pese a estar tachado de la lista como votante. La mesa se vio en un apuro mayúsculo y durante unos minutos cerró hasta que adoptó la solución de aceptar que el ciudadano votara, anotando la incidencia.