Solo 1.058 electores zamoranos residentes en el extranjero podrán votar por correo en las elecciones generales de dentro de dos semanas. Los datos son de la propia Oficina del Censo Electoral, que asegura que esta escueta cifra de potenciales votantes es la que ha cumplimentado todos los procesos necesarios y, por tanto, tiene aceptada su solicitud de sufragio por correo.

La cifra palidece cuando se la compara con el número de potenciales electores residentes en el extranjero, que en Zamora ascienden a 18.916 personas. Es decir, casi 18.000 zamoranos residentes fuera de las fronteras nacionales se quedan sin poder ejercer su derecho a voto. En otras palabras, poco más del cinco por ciento del censo electoral residente en el extranjero podrá votar por correo.

Esta situación, que se repite por toda la geografía nacional, es una muestra de la "ingeniería electoral para matar el voto exterior", según Marea Granate, colectivo que denuncia la situación creada. "La implantación del sistema de voto rogado nació para acabar con el llamado "voto de los muertos" que suponía que cerca de 5.000 personas fallecidas recibieran las papeletas en el exterior para votar. Hoy, tras esta reforma, la participación exterior ha caído un 95% a pesar de que el 79% de los encuestados por Marea Granate en 2014 asegurara querer votar en las elecciones", asevera el colectivo en su página web.

"PP, PSOE, PNV y CIU decidieron implantar el voto rogado, por el que el 50% de las personas que consigue pasar todos los obstáculos y rogar el voto, se queda sin ejercer su derecho fundamental porque las papeletas no llegan, tal y como recoge la encuesta de Marea Granate y los propios datos del Ministerio del Interior", apostilla el colectivo. En esta línea, Marea Granate denuncia que "los partidos que aprobaron la reforma sabían cuál sería el resultado: iban a matar el voto exterior. La prueba de este conocimiento es que el sistema de voto rogado para emigrantes ya estaba implantado para las elecciones locales y, según recoge un informe de la propia Junta Electoral Central del año 2009, en las elecciones donde no había que solicitar el voto la participación desde el exterior era de 31,88% mientras que en las municipales era de un 5,75%. Este informe, además, señalaba que ampliar el voto rogado a todos los tipos de comicios tendría "otros inconvenientes que también deben ser tenidos en cuenta: supone una vuelta atrás de la reforma implantada en 1995, recibirá la crítica de los afectados y quizás provocará una disminución de la participación electoral". No obstante, ahora PP y PSOE han declarado sentirse "preocupados" por la baja participación desde el extranjero. En realidad, era lo que buscaban", insiste el colectivo, que habla siempre de las cifras en términos nacionales.

"La denegación del derecho al voto, aunque sea encubierta, no es más que una bofetada emocional más", apunta Marea Granate. En el total nacional se han aceptado 142.619 solicitudes. La Oficina del Censo Electoral asegura que hay 1.875.000 electores fuera de España.