La relación entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón no siempre fue tan buena. Hubo una época en la que Podemos e Izquierda Unida se dedicaban, como el resto de partidos, a atacarse los unos a los otros.

En los últimos meses el discurso de Pablo Iglesias ha dado un giro radical para pasar de competir con Alberto Garzón a luchar juntos para captar el voto de izquierdas.

La relación entre Podemos e Izquierda Unida ya nació con mal pie. En enero en 2014, cuando se presentó la formación morada, Pablo Iglesias tendió la mano a Garzón para unir fuerzas. Pero Garzón se negó al considerar que Podemos aún era "débil". Un tiempo después, Iglesias recordó esto en una entrevista en televisión: "Las puertas están abiertas para las personas, pero no para los proyectos políticos que no han logrado sus objetivos".

Pero fue el verano pasado, con el rumor de que Alberto Garzón podía enrolarse a las finas de Podemos para las listas del 20D, cuando Pablo Iglesias atacó con más piedad al líder de Izquierda Unida.

En una entrevista del pasado junio, el líder de Podemos arremetía ferozmente con los líderes de Izquierda Unida, a quienes tachaba de ser "cenizos" y tener el perfil del "típico izquierdista gruñón". Aquí también advertía duramente a Garzón: "Deja de estar tan preocupado con las cosas que nosotros hacemos y con lo que proponemos. Cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas, pero no te acerques, porque sois vosotros los responsables de que en este país no cambie nada".

En julio de 2015, Iglesias fue también muy contundente en su rechazo a Izquierda Unida en Fort Apache, su propio programa de televisión. Aquí el líder de Podemos aseguraba que el partido de Garzón no podía "cambiar políticamente el país" ni "funcionar electoralmente".

Pero quizás el ataque más recordado del líder de Podemos a Alberto Garzón sea el que ocurrió también el pasado julio en un acto en Vallecas. Pablo Iglesias fue especialmente virulento contra IU y llamó "pitufo gruñón" a su portavoz en numerosas ocasiones.

Días después, Iglesias recalcó en otra entrevista en televisión que Podemos e Izquierda Unida no coincidían en su estrategia ni en sus objetivos ni en su línea de comunicación. Insistió en tender la mano a Alberto Garzón y a otros miembros del partido pero recalcando que "la mochila de piedras la tienen que dejar en la puerta".