El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, ha defendido este martes que no haber actuado de manera "exhaustiva e integral" sobre el sector financiero tras su entrada en el Gobierno a finales de 2011 hubiese conducido a España al "rescate total".

En su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera y el rescate de las cajas de ahorros, Guindos ha cargado contra la gestión de la crisis por parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero pues, según ha afirmado, se había limitado a aportar dinero "a fondo perdido" a las entidades financieras.

"A diferencia del Gobierno anterior, que se había limitado a aportar dinero a fondo perdido a las entidades financieras sin tomar medidas que realmente eliminaran las dudas existentes, el nuevo Ejecutivo decidió afrontar la situación de manera exhaustiva e integral", ha apuntado Guindos.

Así, ha subrayado que los llamados decretos 'Guindos I' y 'Guindos II' para incrementar las provisiones inmobiliarias del sector financiero permitieron "arrojar luz" sobre los balances bancarios para cuantificar de forma "clara y definitiva la magnitud del problema".

"No había otra alternativa, dado el riesgo inminente de que las deudas sobre el sector financiero acabaran extendiéndose también al Tesoro, lo que hubiera terminado por conducir al rescate total de España", ha manifestado Guindos durante su intervención.

Guindos, además, considera que la reestructuración del sector financiero y su rescate permitieron que España siguiese en la zona euro y que los depositantes no tuvieran que asumir ninguna pérdida como consecuencia de una mala gestión por parte de los responsables de las entidades financieras.

En relación a las medidas aplicadas por el PSOE en 2010 para atajar la crisis, ha señalado que aunque "hubo un fugaz atisbo de estabilización, los famosos brotes verdes, pronto se hizo patente que los parches que se estaban aplicando para capear el temporal de la crisis eran insuficientes".

Así, también ha recalcado que la burbuja inmobiliaria se gestó entre 2004 y 2007, durante la gestión socialista, y que el denominado Plan E de inversión pública "solo sirvió para desequilibrar aún más las cuentas del Estado" en 2009.

En relación a las cajas de ahorros, Guindos ha indicado que estaban "enormemente expuestas al sector inmobiliario" y que llevaban años mal gestionadas por cúpulas "politizadas y poco profesionales".

"Que tres de las entidades que habían recibido dinero público en 2010 volvieran a presentar problemas de solvencia unos meses más tarde es prueba irrefutable, a mi juicio, de que hasta ese momento el Gobierno no había entrado a resolver el problema de fondo", ha añadido.

Caso Bankia

Guindos ha asegurado que el que fuera presidente de Bankia hasta 2012, Rodrigo Rato, trató de continuar al cargo de la entidad incluso una vez había comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su dimisión.

Durante su comparecencia ante la comisión de la crisis del Congreso, Guindos ha asegurado que fue Rato el que inicialmente decidió dimitir, pero que una vez trató de continuar al frente de Bankia sí que exigió su marcha.

"Al día siguiente (de comunicar su dimisión) me vuelve a llamar y me dice que lo ha pensado bien y que va a continuar hasta la siguiente Junta. Ahí le dije 'usted dimite inmediatamente porque ya lo ha comunicado a la CNMV", ha manifestado.

Guindos ha negado que la cifra final que el Estado inyectó en Bankia viniera determinada por la reformulación de las cuentas realizada por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri tras la salida de Rodrigo Rato, y ha dejado claro que esta cantidad se definió en el marco del programa de asistencia financiera por parte de la Unión Europea.

Antes de la dimisión de Rato, Guindos ha asegurado que el entonces presidente de Bankia "planteó varias operaciones de fusión con diversas entidades" pero que "ninguna de estas se concretó".

Asimismo, ha desmentido que antes de la salida de Rato de la presidencia de Bankia el Banco de España hubiera aprobado los planes de ajuste presentados por la entidad, y ha asegurado que fue el propio exvicepresidente el que decidió su marcha del banco tras no poder presentar sus cuentas consignadas por el auditor de la entidad, Deloitte, algo calificado por Guindos como un "hecho realmente inaudito".

Guindos también ha dicho que en las "semanas previas" a la dimisión de Rato, la entidad manipuló el mercado con sus acciones, excediendo "de forma clara y frecuente los límites legalmente establecidos respecto a la negociación de acciones propias, aumentando de forma muy notable su autocartera".