El déficit del Estado entre enero y junio se situó en 13.252 millones de euros, lo que equivale al 1,14 % del PIB, tras reducirse en un 38,4 % en comparación con el mismo periodo de 2016.

De acuerdo con los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda, esta reducción del déficit estatal responde tanto a un aumento de los ingresos, en un 5,3 %, como ha una reducción de los gastos, en un 3,9 %.

Hacienda también ha publicado hoy el déficit consolidado de las administraciones públicas entre enero y mayo -sin incluir a los ayuntamientos, cuyos datos aún no se han publicado-, que descendió un 26,6 %, hasta 18.740 millones, equivalente al 1,61 % del PIB, un dato que incorpora 299 millones en ayudas a la banca.

En esos cinco meses, las comunidades autónomas situaron su déficit en 4.820 millones de euros, un cifra que supone un aumento de 40,2 % con respecto a 2016 y que equivale al 0,41 % del PIB, mientras que los Fondos de la Seguridad Social se anotaron un superávit de 2.131 millones, un 0,18 % del PIB.

La reducción del déficit del Estado en la primera mitad del año también se refleja en términos primarios -es decir, sin tener en cuenta los intereses devengados-, donde arroja un superávit de 114 millones.

En el primer semestre del año, los ingresos del Estado aumentaron un 5,3 %, hasta 84.295 millones, impulsados por el repunte de la recaudación tributaria, que creció un 6,7 %, hasta situarse en 74.223 millones.

Hacienda explica que el aumento de los ingresos tributarios se debe especialmente a las subidas en la recaudación del IVA, en un 6,6 %, y del Impuesto de Sociedades, en un 36,3 %, como consecuencia del cambio en la regulación de los pagos fraccionados de este gravámen.

En cambio, el IRPF devengó 15.513 millones en la primera mitad del año, un 1 % menos, principalmente por las mayores entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica.

En cualquier caso, la mejora tributaria ha compensado los menores ingresos por cotizaciones sociales, que bajan un 4,4 %, y del resto de recursos, que se han visto lastrados por los menores dividendos del Banco de España y compensados solo parcialmente por los de Enaire.

Mientras tanto, los gastos no financieros ascendieron a 97.547 millones, un 3,9 % menos, por las menores transferencias entre administraciones públicas, en particular al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para financiar las prestaciones de desempleo y a las comunidades autónomas.

En este último caso, las transferencias bajan de 34.461 millones a 34.061 millones por los menores anticipos concedidos a cuenta del sistema de financiación.

También han descendido las aportaciones a la Unión Europea por IVA y RNB, los intereses devengados, el gasto en consumos intermedios y la remuneración de asalariados (un 5,4 %), ya que los datos de 2012 reflejaban la devolución de la paga extra de 2012.

En el capítulo de empleos corrientes, aumenta en 533 millones el gasto destinado a la cobertura del déficit eléctrico, que se financia con el aumento de impuestos puestos en marcha con este fin.