El BBVA obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.475 millones de euros en 2016, un 31,5 % más que el año anterior y la cifra más alta desde 2010, debido a la evolución de los ingresos recurrentes, a la moderación de los gastos y a la disminución de los saneamientos.

En una nota remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el presidente de la entidad, Francisco González, explica que estos resultados, similares a los previstos por los analistas, han crecido con fuerza "gracias a la diversificación geográfica y al modelo de negocio del Grupo".

Las cuentas anuales incluyen "el impacto de la depreciación de los tipos de cambio, el cambio de perímetro por la incorporación de Catalunya Banc en abril de 2015 y la compra del 14,89 % adicional del banco turco Garanti, que desde el tercer trimestre de 2015 se contabiliza por el método de integración global", explica BBVA.

Asimismo, recuerda que el beneficio atribuido de 2016 incorpora un impacto negativo de 404 millones de euros netos por la dotación en el cuarto trimestre de una provisión de 577 millones brutos para cubrir reclamaciones ligadas a las cláusulas suelo de los préstamos hipotecarios.

La entidad cerró 2016 con un volumen de créditos brutos concedidos de 430.474 millones, un 0,6 % menos que en 2015, con un ratio de mora del 4,9 % en diciembre, frente al 5,4 % de un año antes, y una cobertura para insolvencias del 70 % frente al 74 %.

Los depósitos de la clientela sumaron 401.465 millones a finales de 2016, también ligeramente más bajos que un año antes.

En cuanto a la solvencia, el ratio de capital de máxima calidad CET 1 "fully loaded", contando con todos los requisitos de Basilea II, cerró en 10,90 % tras aumentar en 58 puntos básicos, aunque en el último trimestre bajó ligeramente, afectado "por la elevada volatilidad de los mercados", dice el banco, que aún así "mantiene el objetivo de alcanzar el 11 % en 2017".

En España, el área de banca minorista obtuvo un beneficio de 912 millones, un 16 % menos que en 2015, impactada por las citadas dotaciones relacionadas con las cláusulas suelo, al tiempo que la actividad inmobiliaria arrojó unas pérdidas de 595 millones, lo que supone un resultado global de 316 millones, un 46,3 % inferior al de 2015.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta anual de resultados, el de intereses -que recoge los ingresos- aumentó un 3,9 % y se situó en 17.059 millones de euros, explica la entidad, que añade que el cuarto trimestre estanco fue el mejor del año, con 4.385 millones de euros.

Las comisiones, aunque impactadas por la menor actividad en los mercados y en banca de inversión, se mantuvieron similares a las de 2015 y crecieron un 0,3 % interanual, lo que condujo a un margen bruto de 24.653 millones tras aumentar un 4,1 %.

Tras restar unos gastos de 12.791 millones, que crecieron un 3,9 % interanual, el margen neto se situó en 11.862 millones y creció un 4,4 %.

Por áreas de negocio

Además de España, el BBVA ganó 459 millones en Estados Unidos (el 11,2 % menos); otros 599 millones en Turquía (+25,6 %); 1.980 millones en México (-5,4 %) y otros 771 millones (-14,9 %) en América del Sur, incluida Venezuela.

La entidad continuó elevando su base de clientes digitales un trimestre más y al cierre del año sumaban 18,4 millones, tras crecer un 20 %. De ellos, 12,4 millones interactuaron con el banco a través del móvil, lo que supone un 38 % más.

Asimismo, el BBVA ha adelantado que prevé distribuir entre el 35 % y el 40 % de sus beneficios con un dividendo 100 % en efectivo.

El Grupo realizará un último pago del "dividendo opción" en abril de 2017 y por un importe de unos 0,13 euros por acción, si lo aprueba la junta general de accionistas y el consejo de administración, y en adelante, el dividendo se pagaría en dos partes cada año, en octubre y en abril.