El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener inalterado el programa de compra de deuda pública y privada por valor de 80.000 millones de la zona euro hasta finales de marzo de 2017 pese a la incertidumbre política en Europa.

Previamente el consejo de gobierno del BCE acordó dejar su tasa de interés rectora, la que cobra a los bancos por prestarles a una semana, en el mínimo histórico del 0 %.

Había consenso entre los analistas sobre que el BCE dejaría inalterado el precio del dinero pero no sobre si decidiría prolongar las compras de deuda más allá de marzo de 2017.

El BCE, de momento, no ha movido ficha ni ve gran necesidad de actuar de nuevo, aunque Draghi ha manifestado su disposición a hacerlo en caso necesario.

Tampoco parece estar muy preocupado por los riesgos a la baja para el crecimiento y la inflación, ya que los expertos del BCE apenas han reducido una décima sus pronósticos de crecimiento e inflación para 2017.

Draghi explicó en rueda de prensa que el consejo de gobierno discutió los datos económicos disponibles desde la anterior reunión de julio y también las nuevas proyecciones macroeconómicas, pero que no debatieron ampliar las medidas de estímulo monetario.

El banquero italiano consideró que el programa de compras de deuda pública y privada "funciona y deberíamos centrarnos en su implementación".

Añadió que no se han producido cambios suficientemente significativos como para actuar, pero manifestó su disposición a hacerlo en caso necesario.

"Nuestras amplias medidas de política monetaria continúan asegurando un apoyo a las condiciones de financiación" y apoyan la recuperación económica de la zona del euro, dijo Draghi.

Para el economista jefe de Targobank, Otmar Lang, "el BCE deja las puertas abiertas de par en par para una relajación mayor de la política monetaria".

Tras las declaraciones de Draghi el euro subió medio centavo de dólar, hasta 1,13 dólares, el nivel más alto desde hace tres semanas, pero luego volvió a bajar, mientras que algunas bolsas europeas han cerrado con caídas porque algunos inversores habían especulado que el BCE prolongaría el programa de compra de deuda.

El BCE prevé ahora un crecimiento del 1,7 % este año, lo que supone una pequeña revisión al alza respecto al 1,6 % pronosticado en junio, y del 1,6 % para 2017 y 2018, una décima menos que en junio.

Asimismo los expertos del BCE prevén ahora una inflación del 0,2 % este año, del 1,2 % en 2017 % y del 1,6 % en 2018, prácticamente igual que en las proyecciones anteriores.

Tan sólo se produce una bajada de una décima en la proyección de inflación para 2017 respecto a junio (1,3 %).

El BCE prevé que la recuperación económica de la zona del euro será "moderada" pero continúa, apoyada por la demanda interna, las condiciones de financiación favorables y la mejora de la rentabilidad de las empresas, que impulsarán la recuperación de la inversión.

A su vez, la demanda interna está impulsada por la política monetaria expansiva, los bajos precios del petróleo, la mejora de las condiciones del mercado laboral y la reducción del endeudamiento en algunos sectores.

Pero la recuperación económica estará lastrada por una demanda externa contenida, en parte por la incertidumbre tras el voto del "brexit" en el Reino Unido, apostilló Draghi.

La inflación de la zona del euro se encuentra ahora en el 0,2 %, todavía muy lejos del objetivo del BCE, que es una tasa algo por debajo del 2 %.

Y en 2018, según las últimas proyecciones, se situará todavía en el 1,6 %.

Por ello muchos analistas prevén que el BCE decidirá en diciembre prolongar las compras de deuda pública y privada más allá de finales de marzo de 2017.

"Contrariamente a lo que el BCE dice, la política monetaria expansiva tiene un impacto limitado en la economía real. En concreto, la inflación subyacente (que descuenta los elementos volátiles como alimentos y energía) no muestra señales de subir", considera el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer.

"Más tarde o más temprano, el BCE relajará más su posición. Esperamos que el BCE compre bonos más allá de marzo de 2017", según Krämer, que también pronostica que la entidad monetaria reducirá más su tasa de interés de depósito.

Draghi pidió a los gobiernos europeos que impulsen el crecimiento económico implementando las reformas necesarias y aumentando la inversión en infraestructuras y aludió directamente a Alemania.

"Los países que tienen espacio fiscal deben usarlo. Alemania tiene espacio fiscal", dijo Draghi.