El Ibex 35 ha reducido al 0,5% sus pérdidas al cierre de la sesión de este lunes, lo que ha permitido al selectivo terminar la jornada por encima de la cota psicológica de los 8.600 enteros (8.616,4), que ha llegado a perder en varias ocasiones a lo largo del día.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 98,7 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años el 0,932%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1168 dólares.

ArcelorMittal ha liderado las caídas con un retroceso del 2,74%, hasta los 5,564 euros, seguido de Acerinox (-1,98%) y Popular (-1,96%). Tampoco han conseguido mantener el tipo Técnicas Reunidas (-1,72%) y Acciona (-1,42%).

Por el contrario, Aena se ha erigido como el mejor valor de la sesión con un repunte del 0,55%, seguido de Cellnex (+0,25%) y Bankia (-0,13%).

El negativo se ha impuesto entre los grandes valores, que han registrado pérdidas que han oscilado entre el 0,22% de Iberdrola y el 1,3% de Repsol, afectado por la bajada de los precios del petróleo. Telefónica ha perdido un 0,6%, Inditex un 0,4%, Santander un 0,38%, BBVA un 0,29% y Endesa un 0,08%.

El Ibex se ha mantenido en línea con sus homólogos del Viejo Continente, que también se han debatido entre las pérdidas y las ganancias a lo largo de la sesión: Francfort y París han cedido un 0,4% y Londres se ha revalorizado un 0,3%.

El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón ha destacado que los principales selectivos europeos se han movido al son de las palabras de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, que la semana pasada dejó la puerta abierta a una subida de tipos en Estados Unidos.

Pingarrón ha indicado que el movimiento de las Bolsas también se ha visto influido por las declaraciones del vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, que ha mostrado "su vertiente más dura monetariamente, al comentar que la Fed va por detrás del ciclo económico y que podría haber varias subidas de tipos de interés este año".

Sin embargo, ha hecho hincapié en que Yellen se pronunció "con mucha más ambigüedad y menor contundencia" que Fischer, "esgrimiendo el muy manido argumento de que los tipos subirán en función de los datos macroeconómicos que se vayan conociendo".