Lo primero que deberíamos saber es que la tasa de interés es el precio de un prestatario (la persona que pide dinero prestado) paga por el uso del dinero recibido. Por ejemplo, una persona puede pedir dinero prestado de un banco, el cual y recibirá un suplemento sobre el dinero prestado al prestatario, a este suplemento que el banco añade se le denomina interés. Las tasas de interés suelen presentarse como una tasa porcentual durante el período de un año como el 2% anual, 3% por año, o el interés que proceda.

Conociendo el significado de la tasa de interés, debemos saber que se aplica a los inversores de los fondos de la Reserva Federal. Este es el suplemento que los bancos pagan por el dinero prestado de los bancos de la Reserva Federal, y es la manera en que la Reserva Federal (la "FED") intenta controlar la inflación. La inflación va en aumento cuando hay demasiado dinero en circulación disponible para muy pocos bienes, lo que hace que los precios aumentan en su búsqueda de acaparar ese dinero. Interviniendo en la cantidad de dinero disponible para la compra de esos bienes, la FED puede controlar la inflación al igual que hacen el resto de bancos de otros países. Resumiendo en pocas palabras, lo que se consigue mediante una subida de los tipos de interés, es precisamente encarecer el propio dinero, y en consecuencia la moneda.

Una subida en los tipos de interés suele acarrear varios efectos indirectos

Los inversores suelen prestar atención a cualquier movimiento que pueda ocasionarse en las tasas de interés, pues el primer efecto indirecto sería que los bancos aumentarán también las tasas que cobran a sus clientes para obtener un préstamo. Las personas nos veremos afectadas en el uso de la tarjeta de crédito, aumento de las tasas de interés de las hipotecas, sobre todo si llevan una tasa de interés variable y otra serie de afecciones. Por norma general, su efecto llevara a disminuir la cantidad de dinero que los consumidores pueden gastar. Aquí es donde entran ya las pequeñas y medianas empresas, pues ante una subida de tipos de interés, tendrán un acceso más caro a la financiación de sus operaciones, que les llevará a pedir menos dinero prestado y de esta manera podrían ver mermado su crecimiento, disminuyendo también sus beneficios.

Uniendo estos dos factores obtendríamos que una empresa habría reducido sus beneficios por limitar en parte su propia financiación, a lo que se sumaría el menor gasto del cliente por haber visto reducido su poder adquisitivo, lo que se traducirá en un menor importe estimado de flujos de la compañía, que afectará finalmente a la cotización de sus acciones que podría verse reducida. Si esto sucede en varias empresas que conforman un índice de cotización como puede ser el Ibex 35, el Eurostoxx 50, o el S&P500, estos verán también mermados sus niveles de cotización.

El inversor además podría huir del mercado de acciones, por considerarlo arriesgado en comparación con otro tipo de inversión, ya que con un aumento de los tipos de interés desde la FED, títulos públicos como las letras y bonos del Tesoro, se considerarían más seguras y por lo general experimentarían un aumento. En su demanda y cotización.