El Tesoro Público aspiraba a colocar este jueves entre 2.000 y 3.000 millones de euros en obligaciones a largo plazo y ha adjudicado finalmente 2.548 millones, en el rango medio de los objetivos. No obstante, ha incrementado los intereses en la emisión de deuda a 16 años, según datos del Banco de España.

El organismo adscrito al Ministerio de Economía ha emitido 1.314 millones de euros en obligaciones con vencimiento el 30 de julio de 2026 --10 años y tres meses con cupón del 5,90%-- y ha alcanzado una demanda 1,5 veces superior a la cantidad adjudicada.

El tipo de interés medio se ha situado en el 1,608%, frente a la última subasta de obligaciones a 10 años similar, del pasado 7 de abril, cuando se situó en el 1,496%. El tipo marginal se ha situado en el 1,617%, frente al 1,507% anterior.

Por otro lado, la emisión ha adjudicado 660 millones de euros en obligaciones con vencimiento el 30 de julio de 2032 --16 años y tres meses y cupón del 5,75%--, con una demanda de 1,6 veces esa cantidad. El coste de esta emisión se ha incrementado desde un tipo medio del 2,059% de la última subasta de este papel, el pasado 17 de marzo, hasta el 2,116%. Además, el tipo marginal se ha situado en el 2,126%, por encima del 2,064% anterior.

Finalmente, el Tesoro también ha emitido obligaciones con vencimiento el 30 de julio de 2041 --25 años y tres meses y cupón del 4,70%-- y ha logrado adjudicar 574 millones de euros, con una demanda de 1,6 veces.

En este caso, el tipo medio se ha situado en el 2,654%, por debajo del 3,177% de la subasta anterior del 16 de julio de 2015. El tipo marginal se ha situado en el 2,666%, frente al 3,191% de la subasta precedente de este papel.

La subasta de esta semana es la primera que se produce después de que el Gobierno haya presentado un nuevo cuadro macroeconómico en el que rebaja las previsiones de crecimiento para este año e incrementa las de paro y déficit público.

También es la primera desde que el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciara la semana pasada que el Gobierno prevé rebajar la emisión neta de deuda para este año hasta los 40.000 millones de euros, 5.000 millones de euros menos que lo previsto hasta ahora, debido a la suficiente liquidez de la que dispone España.