El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro, Valdis Dombrovskis, expresó este jueves su "gran sorpresa" por la cifra del déficit público español, casi un punto por encima del 4,2% pactado con Bruselas, y pidió que el Gobierno "reaccione" para corregirlo.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas en funciones, Cristóbal Montoro, había explicado poco antes que el déficit del conjunto de las administraciones equivalió en 2015 al 5,16 % del PIB y señaló que ese desvío sobre el objetivo se debe sobre todo a las comunidades autónomas.

"Ha sido una gran sorpresa para la Comisión porque en las previsiones de invierno se previó el 4,8 %, que ya estaba sustancialmente por encima del objetivo, y vemos que la cifra real es todavía mayor", indicó tras haber participado en París en un seminario internacional del G20 sobre la arquitectura financiera.

En ese foro estuvo también el titular español de Economía en funciones, Luis de Guindos, con quien Dombrovskis dijo haber tenido una breve reunión para discutir esas cifras y los planes del Ejecutivo español.

Coincidió con el Gobierno español en señalar que una de las principales razones del desvío de la meta fijada es que el déficit de las comunidades autónomas es mayor del esperado, y recordó que la CE ya había advertido a España que se necesitaba un control presupuestario "más estricto".

"Es importante que el Gobierno reaccione y que siga las recomendaciones", añadió ante la prensa el vicepresidente, quien señaló que la CE esperará a los datos validados por la oficina europea de estadística, Eurostat, antes analizar los próximos pasos que deben tomarse.

Dombrovskis también se pronunció sobre la reciente carta en la que ocho gobiernos, incluidos el español y el italiano, piden al Ejecutivo comunitario revisar el método utilizado para valorar el esfuerzo fiscal de los Estados miembros, al considerar que produce discrepancias.

"No es una metodología fijada por la Comisión, sino aprobada por todos los Estados miembros. En cualquier caso, estamos dispuestos a examinarla, porque no es la primera vez que los países miembros la cuestionan", añadió.

El representante comunitario aseguró que en el pasado no todos los países piden los mismos cambios en la metodología de cálculo del esfuerzo fiscal y dijo que, "en caso de que sea necesario" se introducirán mejoras, que, como es el caso actual, deberán ser aprobadas por todos los Estados miembros.