La economía de la Unión Europea crecerá un 1,9% este año (una décima menos de lo calculado en noviembre), mientras que la eurozona avanzará un 1,7% (también una décima menos). El crecimiento se acelerará en 2017, con unas tasas del 2% y el 1,9% para la UE y la zona euro, respectivamente, según las previsiones económicas de invierno publicadas este jueves por la Comisión Europea.

El análisis subraya que, aunque algunos factores que favorecen el crecimiento son ahora más fuertes y duraderos de lo asumido con anterioridad, entre los que cita el precio del petróleo y el tipo de cambio del euro, advierte de que algunos riesgos se están pronunciando y otros nuevos están surgiendo. Entre otros, la Comisión Europea cita el freno al crecimiento de China y de otras economías de mercado, el débil comercio global y la incertidumbre geopolítica.

El Ejecutivo comunitario estima que el consumo privado seguirá siendo el factor principal de crecimiento tanto en 2016 como en 2017, gracias a las mejoras en el mercado laboral y a una creciente renta real disponible. De la misma forma, Bruselas considera que la inversión debería beneficiarse "gradualmente" del crecimiento de la demanda, de mejores márgenes de beneficios, de condiciones favorables de financiación y de una menor presión al desapalancamiento.

Según las previsiones de Bruselas, todos los países de la UE registrarán tasas positivas de crecimiento del PIB en 2016, salvo Grecia, cuya economía retrocederá un 0,7%. Por el contrario, los Estados miembro que más crecerán serán Irlanda (4,5%), Rumanía (4,2%), Malta (3,9%) y Luxemburgo (3,8%). España, por su parte, se incrementará un 2,8%, Alemania un 1,8%, Italia un 1,4% y Francia un 1,3%.

El vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, ha resaltado que Europa "continúa con su recuperación", aunque ha instado a permanecer "vigilantes" puesto que el crecimiento "moderado" se enfrenta a "crecientes vientos en contra". "Es importante continuar con las reformas estructurales que ayuden a crecer a nuestras economías, a resistir shocks en el futuro y a mejorar las oportunidades de empleo para nuestra población", ha manifestado.

A su vez, el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha señalado que la economía europea está "capeando con éxito" nuevos retos este invierno, apoyada por el petróleo barato, el tipo de cambio del euro y los bajos tipos de interés. Sin embargo, ha alertado de que "el entorno global más débil supone un riesgo". "Hay más trabajo que hacer para fortalecer la inversión y nuestra competitividad de un modo inteligente y completar el trabajo de arreglar nuestras finanzas públicas", ha añadido.

"Incremento modesto" del empleo

La Comisión Europea prevé también un "incremento modesto" en relación al empleo. Así, destaca que las tasas de desempleo continuarán cayendo, aunque a un ritmo más lento que el año pasado, y remarca que esta bajada será más pronunciada en los Estados miembro donde se han implementado reformas de mercado.

De esta forma, la tasa de desempleo en la zona euro caerá desde el 11% en 2015 hasta el 10,5% en 2016 y el 10,2% en 2017. En la UE, este dato cerrará 2015 con una tasa del 9,5% y se reducirá hasta el 9% y el 8,7% este año y en 2017, respectivamente.

Asimismo, el Ejecutivo comunitario calcula que el déficit fiscal conjunto en la zona euro se reducirá gracias a una actividad económica y, en menor medida, por unos gastos por intereses más bajos. En este sentido, el déficit de la eurozona será del 1,9% este año y del 1,6% el año que viene. Por otro lado, estima que la deuda sobre el PIB en la zona euro se reduzca hasta el 91,3% en 2017.

Por último, Bruselas asegura que el incremento de los precios seguirá siendo "muy bajo" en la primera mitad del año y que deberían empezar a repuntar en los últimos seis meses tras una disminución del impacto de la caída de los precios del petróleo. En concreto, la inflación anual para 2016 será del 0,5% y alcanzará el 1,7% en 2017.