El Ministerio de Finanzas alemán podría haber planteado una suspensión temporal de cinco años de la eurozona de Grecia como fórmula para superar la actual crisis financiera, según un documento del Ministerio al que ha tenido acceso el diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zeitung'.

El diario sostiene que la propuesta planteada por Grecia para un tercer rescate no es suficiente para el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, por lo que habría planteado dos opciones, o una suspensión de cinco años o la transferencia de 50.000 millones en activos a un trust que iría vendiendo esos activos para pagar la deuda.

"Estas propuestas son deficientes en áreas centrales de reforma para modernizar el país y avanzar hacia un crecimiento económico a largo plazo con desarrollo sostenible", explica el documento. Por ello, la oferta "no puede servir de base para un nuevo programa de tres años del Mecanismo Europeo de Estabilidad".

La propuesta de la suspensión de Grecia durante cinco años establece que el país seguiría siendo miembro de la UE y como tal podría recibir "ayuda para la mejora del crecimiento, humanitaria y técnica".

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona se reúnen este sábado en Bruselas para examinar la última propuesta de reformas y recortes que ofrece el Gobierno de Syriza a sus acreedores internacionales a cambio de negociar un tercer rescate para los próximos tres años.

La propuesta, remitida por Atenas el jueves por la noche, incluye reformas inmediatas en materia fiscal y en el sistema de pensiones, tal y como reclaman las instituciones de la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea).

La carta de las autoridades helenas pide también una reestructuración de la deuda que hasta ahora ha encontrado resistencia entre los acreedores, pero que se ha convertido en un "elemento importante" de la negociación, según fuentes europeas.

Además de decidir si dan o no luz verde a la negociación de un tercer rescate, los ministros del Eurogrupo deberán también pronunciarse sobre la posibilidad de diseñar algún tipo de ayuda "puente" que permita a Grecia afrontar pagos urgentes como el que deberá cumplir el 20 de julio con el BCE, de 3.500 millones de euros, y para el que no llegaría a tiempo un programa del fondo de rescate.

Sin embargo, un alto funcionario europeo advirtió este viernes de que esta posibilidad se estudiará "llegado el momento", es decir, "después de un acuerdo para una solución a largo plazo y sostenible".

Las instituciones han examinado durante el viernes los detalles de estas propuestas, que se estima que ofrece recortes por valor de 12.000 millones de euros, y guardan silencio sobre su veredicto, que trasladarán "antes de que acabe el día" a los Estados miembros.

El objetivo es que el Eurogrupo, primero a nivel técnico y después a nivel de ministros, examine estas propuestas y también las evaluaciones que Bruselas y el BCE, en colaboración con el FMI, han preparado sobre la sostenibilidad de la deuda griega y sobre las necesidades financieras del país. Ese examen se considera clave para que el BCE mantenga la línea de liquidez de emergencia a los bancos griegos.

Las reglas del fondo de rescate europeo (MEDE) exigen que se cumplan todos estos pasos y los negociadores trabajan contrarreloj para tratar de desbloquear las negociaciones para un tercer de programa de rescate, cuya cifra no se ha revelado, pero que probablemente supere los 53.000 millones de euros.

Según estimaciones del sector, sólo el sistema bancario griego requerirá una recapitalización de en torno a 14.000 milones de euros.

Si el Eurogrupo concluye con éxito, será solo prueba de que existe "base suficiente" para pactar un nuevo rescate y será el inicio de las negociaciones para un plan a largo plazo. Para que estas negociaciones arranquen, además, es necesario que los parlamentos de seis Estados miembros --Alemania, Países Bajos, Finlandia, Austria, Eslovenia y Eslovaquia-- den su visto bueno.

El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, calificó de "meticulosas" las propuestas del Gobierno de Alexis Tsipras y advirtió de que "habrá que tomar una gran decisión, en un sentido o en otro".

En una primera cumbre extraordinaria a comienzos de esta semana, los líderes del euro advirtieron a Atenas de que esta semana era "la última oportunidad" para un acuerdo que permita negociar el nuevo programa de ayuda.

Por ello, los jefes de Estado y de Gobierno del euro, primero, y de los Veintiocho, después, están convocados el domingo, con el objetivo de refrendar el acuerdo, si se da, o de examinar otros escenarios, lo que incluye la salida del euro de Grecia.

El último paquete de medidas presentado por Atenas es muy similar a la última oferta de la troika que fue rechazada por los griegos en un referéndum, según fuentes comunitarias, por lo que el verdadero obstáculo reside en la falta de confianza de los europeos en el Ejecutivo de Tsipras.

"La confianza está completamente rota y (recuperarla) depende del compromiso griego con las reformas y la voluntad de aplicarlas", advierten desde Bruselas.