El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha subrayado que en España "no habrá corralito ni se verá a los pensionistas esperando largas colas al sol para sacar unas decenas de euros".

En el debate en el pleno del Congreso de las enmiendas de totalidad al proyecto de ley que modifica la Ley General Tributaria, Montoro ha pedido que se recuerde esa imagen cuando se diga que el Gobierno se equivocó en su política y que no debió ayudar a los bancos, "donde los ciudadanos tenían depositados sus ahorros".

Montoro ha recordado que España pudo llegar a ser Grecia y que se le empujó al rescate para dejar en manos de terceros decisiones esenciales de economía y de bienestar, "con negativas consecuencias desde el punto de vista social y económico".

El ministro ha comparado a países como Grecia y Portugal, con recortes en las pensiones y en las retribuciones de los funcionarios, con la situación de España, "donde ha habido un sacrificio pero se ha mantenido la política social".

"Los esfuerzos de ayer son las oportunidades de hoy y de mañana", ha afirmado Montoro.

Asimismo, ha incidido en que la lucha contra el fraude ha permitido obtener cerca de 6.500 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone "el mejor arranque de un ejercicio".

También ha insistido en que en la persecución del fraude "no han importado los nombres, ni la filiación política, ni la relevancia social".

Montoro ha señalado que el adelanto al 1 de julio de la rebaja del IRPF prevista para el 1 de enero de 2016, supondrá que el tipo mínimo se sitúe ya en el 19,5 % y en el 19 % en 2016 y que el máximo sea el próximo año del 45 %.

A este respecto, ha recordado que aumentan los mínimos familiares después de seis años congelados y ha destacado las ayudas a familias numerosas y a las personas con discapacidad.

Ha señalado que se pueden bajar los impuestos porque la economía "se lo permite y se lo pide" y ha añadido que el Ejecutivo seguirá estimulando la actividad económica para que haya más trabajo y de mayor calidad.

Además, ha indicado que el fraude fiscal es el mayor enemigo de la justicia social y ha asegurado que no entiende que se hable de persecuciones en algunos colectivos "como si hubiera que tener cuidado para no molestar a algunos que se llaman amigos".

El ministro ha afirmado que el objetivo de la Ley General Tributaria es potenciar la lucha contra el fraude, reforzar la seguridad jurídica de los contribuyentes y de la administración tributaria, así como reducir los litigios con una regulación más "precisa y clara".

Montoro ha señalado que el sistema tributario es un espejo "muy fiable" de la situación de un país y de la moral de una sociedad.

Asimismo, ha destacado que los resultados de la lucha contra el fraude del Gobierno contrastan "poderosamente" con la ineficaz respuesta de años anteriores, "con un desmesurado aumento del gasto público y una estrategia tributaria supuestamente expansiva".

En cuanto a la publicación de información de sentencias sobre fraude, Montoro ha recalcado que no busca poner en la picota la exhibición de "cabezas virtuales" de defraudadores, sino que persigue con el "reproche" social, evitar el fraude y fomentar el pago de impuestos.