La filial británica de la cadena estadounidense de cafeterías Starbucks se ha comprometido a pagar más impuestos en Reino Unido, después de que la polémica por la escasa contribución a Hacienda británica de esta y otras multinacionales llegara al Parlamento de Reino Unido y surgieran iniciativas populares para boicotear a dichas compañías.

Así, el director de Starbucks en Reino Unido, Kris Engskov, ha anunciado que, a pesar de que la compañía venido cumpliendo todas las leyes fiscales del país, se compromete a pagar un mayor impuesto de sociedades, renunciando a una serie de deducciones que legalmente le corresponderían.

Además, la mayor cadena de cafeterías a nivel mundial se ha comprometido a pagar "una cantidad significativa de impuestos en 2013 y 2014, independiente de si la empresa es rentable o no en estos años".

"Estos compromisos petenden restaurar la confianza de los clientes y comunidades a las que tenemos el honor de servir desde hace 14 años", indicó Engskov. "Sabemos que no somos perfectos", añadió.

La Comisión Europea recomendó este jueves a todos los Estados miembros introducir en sus regímenes fiscales nacionales una "cláusula anti-abuso" con el fin de impedir que multinacionales como Amazon, Google o Starbucks aprovechen las diferencias entre países para esquivar el pago de impuestos.

Esta "cláusula anti-abuso" uniforme permitirá que los Estados miembros obliguen a las empresas a tributar de acuerdo con sus "actividades económicas reales" en su territorio e impidan "cualquier montaje artificial con el que se pretenda eludir" impuestos, según explicó el comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta.

De lo que se trata es de acabar con las prácticas de "planificación fiscal agresiva" por parte de las multinacionales, que según Bruselas respetan la legislación pero se aprovechan de "tecnicismos y lagunas" para "evitar el pago de lo que equitativamente les corresponde".