La bolsa española ha reaccionado con euforia al respaldo anunciado por el BCE a la deuda soberana, pero este impulso se verá frenado en el último trimestre del año por el impacto de una economía en franca recesión, según expertos y analistas.

El principal indicador de la bolsa española lograba en agosto la mayor subida mensual desde 1993, de más del 10 %, animada por las entidades financieras, que celebraban la nueva regulación -creación del "banco malo"- y la inminente llegada de la ayuda europea para el sector.

La previsión, efectivamente cumplida, de que el BCE encontraría la manera de apoyar a España con la compra de deuda soberana ha llevado al IBEX, en los apenas cinco días que ha cotizado en septiembre, a revalorizarse el 6,23 %.

Eso le ha permitido reducir las pérdidas anuales a casi el 8 %, después de haber llegado a acumular en julio un descenso del 25 % y situarse en su nivel más bajo de los últimos nueve años.

El compromiso expresado el pasado jueves por el presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la compra de deuda soberana de la zona del euro en el mercado secundario, aunque con estrictas condiciones, relajaba la prima de riesgo de España y de otros países periféricos e inundaba de euforia los mercados de renta variable.

Sin embargo, los expertos consultados por EFE indican que aún es pronto para medir el efecto que el apoyo del BCE a España, que en cierta medida estaba descontado, tendrá en el mercado de renta variable.

La bolsa española debe aún superar problemas más inmediatos que el riesgo soberano, como las persistentes dificultades de las empresas cotizadas para financiarse y el entorno macroeconómico, que apunta claramente a una recesión no sólo en España sino en el conjunto del continente.

Según aclara el profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) Miguel Angel Bernal, es necesario "templar la euforia" ya que el apoyo del BCE no acaba con la incertidumbre de la bolsa, aunque sí disminuye la presión de la prima de riesgo.

Las empresas cotizadas, continúa el profesor Bernal, siguen sufriendo graves dificultades para financiarse, el mercado de crédito sigue prácticamente cerrado y los bancos, que tienen un enorme peso en el mercado español, están obligados a acometer procesos de saneamiento en un entorno en el que la morosidad no deja de crecer.

Bernal cree que el respaldo del BCE a España es un paso importante pero "con matices", ya que tanto España como Europa se encaminan claramente a algo más que una recesión técnica.

En su informe de mercados correspondiente a septiembre de este año, Banif cree que la relajación de la percepción de riesgo debe ser aún "refrendada" en los primeros compases de este mes.