El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha instado hoy al Banco Central Europeo (BCE) a apostar por el euro para evitar el acoso a la deuda española por parte de unos mercados que contestan "con una bofetada en seco" cada reforma que realiza el Gobierno español.

"Alguien tiene que apostar por el euro y en estos momentos, mientras la arquitectura de Europa no se modifique, quien puede hacer esta apuesta es el BCE", ha declarado García-Margallo tras ser recibido en audiencia por el príncipe de Asturias junto con sus colegas europeos del "Grupo de Berlín", que ha celebrado en Palma su cuarta reunión.

En el patio del palacio de la Almudaina, el ministro ha agradecido el respaldo expreso a la política económica del Gobierno manifestado por el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, quien ha asegurado que las reformas del Ejecutivo de Mariano Rajoy generarán empleo.

No obstante, ha insistido en la necesidad de que el BCE compre deuda española y alivie así el acoso de los mercados financieros, en los que se especula contra España pese a que los fundamentos de su economía son "extraordinariamente sólidos", ha defendido.

"La carga de la deuda pública, la balanza de pagos estaría equilibrada por primera vez en muchos años", ha sostenido García-Margallo.

Sin embargo, "hay miles de millones en juego de personas que han hecho apuestas a corto plazo, una apuesta contra el euro", y eso genera una tensión en los mercados de deuda que obliga al Gobierno a destinar al pago de intereses unos recursos que tiene que detraer del gasto público, con la contestación social que eso provoca.

García-Margallo ha expresado su convicción de que, aun así, España no necesitará un rescate y ha confiado en que el BCE intervenga en breve.

Respecto a la reunión celebrada en Palma por el "Grupo de Berlín", el ministro ha explicado que el tema central de este cuarto encuentro ha sido la búsqueda de mecanismos de refuerzo de la política exterior común para que Europa tenga el peso político que se merece en la esfera internacional y su papel sea más decisivo en la resolución de conflictos como el de Siria, que también ha sido tratado por los cancilleres congregados en la capital balear.