El Estado cerró el año 2011 con un déficit de 54.739 millones de euros, el equivalente al 5,1% del PIB, después de que los gastos no financieros se situaran en 168.312 millones de euros, un 12,5% menos, y de que los ingresos sumaran 137.056 millones de euros, un 2,8% menos.

Esta cifra de déficit supone un incumplimiento del objetivo de tres décimas, según ha señalado el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en una nota. Del déficit resultante, 54.376 millones (el 5,07% del PIB) corresponden al Estado y 363 millones (el 0,03% del PIB) a los organismos de la Administración Central.

Al considerar el efecto del saldo de las liquidaciones del sistema de financiación de 2009, el déficit del Estado se sitúa en el 2,91% del PIB, 31.256 millones de euros.

En términos de caja, una metodología contable que considera los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado presentó en 2011 un déficit de 46.950 millones de euros frente al saldo negativo de 52.235 millones del año precedente.

El Ministerio resalta que la plena aplicación del sistema de financiación en 2011 dificulta la comparación de las cifras porque supone menores transferencias a las comunidades autónomas y una disminución de los ingresos impositivos por la mayor cesión de la recaudación.

En 2011, la recaudación neta ascendió a 177.000 millones de euros, un 1,1% más que en 2010. Los ingresos impositivos, que representan el 91% del total, crecieron un 1,3% respecto al año anterior por el efecto de las subidas de gravámenes y la eliminación de beneficios fiscales durante los dos últimos años.

SE ESTANCAN LOS IMPUESTOS INDIRECTOS

La recaudación por impuestos directos fue de 89.641 millones, un 3,1% más, mientras que la de los impuestos indirectos fue de 71.240 millones, un 0,9% menos. El resto de los ingresos no financieros se situó en 16.119 millones de euros, un 0,8% menos.

En concreto, la recaudación de IRPF cerró el año en 69.803 millones, un 4,2% más gracias a la subida de los tipos a las rentas superiores a 120.000 euros y a los rendimientos de capital, la supresión de la deducción por nacimiento y la eliminación parcial de la deducción de 400 euros. Además, la evolución de la cuota positiva de la Campaña de Renta 2010 y las menores devoluciones solicitadas mejoraron la recaudación.

El Impuesto de Sociedades generó 16.611 millones, un 2,5% más, debido a las devoluciones realizadas por los menores importes solicitados, la elevación del porcentaje de cálculo aplicable a los pagos fraccionados para sociedades con una facturación anual superior a 20 millones, la limitación temporal de la posibilidad de compensar bases imponibles negativas de ejercicios anteriores y la deducción por amortización del fondo de comercio financiero.

EL IVA SOLO CRECE UN 0,5%

La recaudación de IVA, por su parte, ascendió a 49.302 millones el año pasado, lo que supone un incremento del 0,5% respecto al año anterior a pesar de que el efecto de la subida de tipos impositivos del 1 de julio de 2010 ha tenido efectos durante todo el ejercicio.

Finalmente, los impuestos especiales recaudaron 18.974 millones, un 4,2% menos por el descenso del 6,4% en la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos ante el menor consumo de carburantes y la bajada del 2,3% del Impuesto sobre Labores del Tabaco.

En este contexto, los pagos no financieros se situaron en 151.095 millones, lo un 15,9% menos por la plena aplicación del nuevo sistema de financiación. Así, las transferencias corrientes pasan de 44.294 millones a 16.012 millones y existe una disminución en los pagos de todos los capítulos del Presupuesto menos en los gastos de personal y de intereses.

BAJAN LOS SALARIOS

Dentro de los gastos corrientes, los pagos por gastos de personal ascendieron a 27.420 millones, un 1,7% más que en 2010 por el aumento de las prestaciones sociales en un 7,3%, derivado del abono de la compensación de la desviación del IPC.

Por su parte, los sueldos y salarios del personal activo disminuyeron un 2,3%, hasta 14.085 millones, mientras que los pagos por gastos corrientes en bienes y servicios bajaron un 6,8%. En cambio, los pagos por intereses crecieron un 13,1%, hasta 22.204 millones, el 14,7% del total de pagos no financieros.

Dentro de las operaciones de capital, las inversiones reales supusieron 6.895 millones, lo que supone un descenso del 21,5% motivado por la contención del gasto en inversión civil. Asimismo, las transferencias de capital cayeron un 30,4% por el descenso de las transferencias a corporaciones locales ante el efecto de los fondos de inversión local desarrollados durante los años anteriores.