La canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho este miércoles que apoya una recapitalización del sector bancario europeo, incluso recurriendo al fondo de rescate de 440.000 millones de euros, si se demuestra que necesita más fondos para resistir a la crisis de deuda y ha reclamado una decisión "rápidamente", probablemente en la cumbre de líderes europeos del 17 y 18 de octubre.

"Si asumimos que los bancos están insuficientemente capitalizados en las actuales circunstancias", ha señalado Merkel, "Alemania está preparada para avanzar hacia la recapitalización".

No obstante, la canciller ha dejado claro que la decisión sobre si se necesitan más fondos públicos para la banca no la pueden tomar los jefes de Estado y de Gobierno de la UE sino los "expertos".

"Necesitamos criterios, disponemos de poco tiempo y tenemos que tomar una decisión pronto. Si necesitamos discutir esto en la cumbre, estamos dispuestos a hacerlo", ha dicho tras reunirse con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

Para aquellos Estados miembros que no tengan suficientes recursos para inyectar fondos a sus bancos, Merkel ha defendido que las recapitalizaciones se hagan usando el fondo de rescate aunque, eso sí, sujetas a "condiciones".

"Si Alemania tiene que recapitalizar bancos, en primer lugar debe permitir que los bancos lo hagan por sí mismos. Si los bancos no pueden, entonces el Gobierno tendrá que darles fondos. En tercer lugar, si un país no puede hacerlo y la estabilidad del euro está en riesgo por las dificultades en ese país, se pueden usar las posibilidades del fondo europeo de estabilidad financiera", ha defendido Merkel.

Los líderes europeos aprobaron en julio dar nuevos poderes al fondo de rescate para que pueda recapitalizar bancos. La reforma todavía debe ser ratificada en varios Estados miembros, pero Merkel espera que entre en vigor "a mediados de octubre".

Merkel ha destacado también que es "importante" que la UE y EEUU "se comuniquen adecuadamente" sobre las medidas para combatir la crisis de deuda. "Sólo así lograremos los resultados que necesitamos en lugar de con declaraciones críticas", ha señalado, en respuesta a las quejas de la administración norteamericana por la lentitud de la eurozona para resolver la crisis.

La canciller alemana no ha descartado que la UE exija finalmente a la banca una quita superior al 21% pactado el pasado julio en los bonos griegos que tienen en sus balances para hacer la deuda helena más "sostenible". Pero ha dicho que hay que esperar al informe de los inspectores de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que deben certificar si Atenas cumple las condiciones para recibir ayuda.

"Tenemos una contribución voluntaria de los acreedores privados, y ahora hay que examinar las cifras griegas actuales y verificar si (esta contribución) todavía es ajustada. Pero todavía estamos esperando el informe de la troika y entonces haremos lo que sea necesario", ha explicado Merkel.

"Grecia debe seguir formando parte de la eurozona y se le debe dar la oportunidad de mejorar su situación", ha sostenido la canciller alemana, que se ha felicitado por el grupo de trabajo puesto en marcha por la Comisión para acelerar las inversiones de ayudas europeas en el país y estimular así el crecimiento.

Merkel ha admitido que la UE se encuentra en una "encrucijada" y ha asegurado que "Alemania está a favor de la UE y desea reforzarla para que sea una unión de la estabilidad, más competitiva". Y para lograr una mayor integración económica en la eurozona, la canciller ha dicho que "si es necesario cambiar el Tratado, la enmienda del Tratado no debe ser tabú".

La canciller no ha querido concretar a qué cambios se refería, pero se ha referido a las propuestas realizadas por ella misma y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en agosto, entre las que ha citado la inclusión en la Constitución de los Estados miembros del principio de estabilidad presupuestaria, como ya ha hecho España.

También ha recordado que Barroso y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, presentarán en las próximas semanas ideas para mejorar el gobierno económico de la eurozona y se ha declarado partidaria de aplazar las decisiones sobre esta materia a la cumbre de diciembre.

Por su parte, el presidente de la Comisión ha dicho que una posible reforma del Tratado buscaría "más integración en la UE y en la eurozona y no menos Europa". Y ha dejado claro que este debate "no es una excusa para no hacer lo que hay que hacer ahora" o para "posponer decisiones" urgentes en el combate contra la crisis de deuda.

Barroso ha vuelto a defender delante de la canciller el papel del Ejecutivo comunitario en tanto que "gobierno económico" de la UE frente a las iniciativas intergubernamentales que pretenden restar influencia a Bruselas y crear nuevas instituciones "paralelas".

Tanto Barroso como Merkel han resaltado que la UE defenderá en la cumbre del G-20 en Cannes un nuevo impulso a la regulación del sector financiero y la creación a nivel mundial de una tasa a las transacciones financieras internacionales, a semejanza de la que Bruselas ha propuesto para Europa.

El presidente de la Comisión ha calificado de "decisiva" la contribución de Alemania a la UE. "Europa no puede tener éxito sin Alemania. Pero también creo que Alemania no puede tener éxito sin Europa", ha indicado.