La moderación de la prima de riesgo a 387 puntos básicos al final de la sesión tras superar los 400 puntos básicos, nivel en el que se rescató a Grecia, Irlanda y Portugal, no impidió que la bolsa española registrara un nuevo mínimo anual tras caer hasta 9.100 puntos, cota desconocida desde julio de 2010.

Los problemas en los mercados de deuda y acciones estuvieron presentes desde el comienzo de esta sesión, en la que la bolsa española perdió el 2,18 por ciento, la séptima mayor caída del año, y obligaron a los políticos a intervenir.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aplazaba el comienzo de sus vacaciones y, junto a la ministra de Economía, Elena Salgado, mantenía contactos con autoridades internacionales para analizar la situación.

Por su parte, la Comisión Europea negaba que España necesitara ser rescatada después de que el diferencial de la deuda española respecto a la alemana partiera de 374 puntos en la víspera y subiera poco después de la apertura bursátil hasta 403 puntos básicos, máximo desde 1997.

Mientras el interés de las obligaciones españolas a diez años avanzaba hasta el 6,4 por ciento, la especulación se cebaba también con la deuda italiana (su prima de riesgo creció hoy al cierre 17 centésimas, hasta 371 puntos, nivel también desconocido desde 1997), lo que forzaba a la reunión del Comité para la Estabilidad Financiera de Italia.

La intención de Merrill Lynch de no comprar deuda española e italiana afectó negativamente al mercado de deuda, así como el temor de los inversores a que las agencias de calificación rebajen la nota "triple A" de los bonos estadounidenses, a pesar del acuerdo logrado para aumentar el techo de gasto y evitar la suspensión de pagos de la mayor economía del mundo, hoy ratificado por el Senado.

La situación en estos mercados atrajo dinero hacia activos más seguros, como la deuda alemana, cuyo interés bajó hasta el mínimo del 2,416 por ciento al cierre del mercado, mientras el rendimiento de los títulos nacionales se situaba en el 6,282 por ciento.

Además, la onza de oro alcanzaba un nuevo récord en el mercado londinense al negociarse a 1.637,75 dólares y la cotización del euro registraba un nuevo mínimo histórico respecto a la moneda suiza al cambiarse a menos de 1,09 francos.

La situación de los mercados europeos (Milán perdió al final de la sesión el 2,53 por ciento; Fráncfort, el 2,26 por ciento; el índice Euro Stoxx, el 1,87 por ciento; París, el 1,82 por ciento, y Londres, el 0,97 por ciento) empeoró con el incremento de las pérdidas de Wall Street después de su apertura.

El mercado neoyorquino, afectado por un mal dato económico, el recorte en julio del 0,2 por ciento del gasto personal de los estadounidenses, que indica una depresión del consumo, intentaba no perder el nivel de 12.000 puntos, que finalmente abandonaba a media tarde con una caída superior al 1 por ciento.

Entre los componentes del principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, sólo acabó con ganancias Gas Natural, que subió el 0,22 por ciento, mientras que la mayor caída correspondió a Sacyr, el 6,36 por ciento. Las pérdidas de la banca estuvieron comprendidas entre el 3,45 por ciento de Bankinter y el 2,53 por ciento de Caixabank.

El efectivo negociado ascendió a 5.389 millones, de los que 1.900 fueron intermediados por inversores institucionales.

Los expertos explican que agosto, un mes en el que gran parte de los inversores están de vacaciones, los movimientos se magnifican y la volatilidad se eleva.