La economía española mantuvo el ritmo de crecimiento trimestral en el 0,2 % entre enero y marzo, en tanto que elevó una décima su crecimiento anual, hasta el 0,7 %, respecto al registrado en los últimos tres meses de 2010, según el último boletín económico del Banco de España.

De acuerdo con el supervisor, la "modesta recuperación" de la economía fue posible por la aportación positiva trimestral del sector exterior (3 décimas del PIB), gracias a la fortaleza de las exportaciones, en tanto que la contribución de la demanda interna siguió siendo negativa, aunque "apenas retrocedió".

El consumo de los hogares se mantuvo débil, lo que se explica en un contexto "poco propicio" para el gasto de las familias, caracterizado por la evolución aún negativa del mercado laboral, la disminución del valor de la riqueza inmobiliaria, la restricción del crédito, el aumento de la inflación y la caída de la renta disponible.

A ello suma que el "colchón" que proporciona el ahorro se ha reducido considerablemente tras el rápido descenso registrado a lo largo de 2010, por lo que el Banco de España considera que el avance del consumo privado seguirá siendo flojo en lo que resta de año.

La moderada recuperación del consumo de los hogares y el incremento de la inversión en bienes de equipo contrarrestaron parcialmente la caída de la inversión residencial y la disminución del gasto público, afectado por los planes de austeridad para controlar el déficit.

La inversión de las empresas creció al mismo ritmo que en último trimestre del año, sobre todo la destinada a bienes de equipo, lo que estuvo ligado al repunte de la actividad industrial, apoyado en la fortaleza de las exportaciones.

La inversión residencial siguió cayendo, aunque a un ritmo menor (9 % interanual), si bien el supervisor cree que para que culmine el ajuste del sector es necesario que las ventas de vivienda se recuperen de una forma "más nítida", algo a lo que cree que no ayudará la subida de los tipos de interés.

Todas las áreas productivas, salvo la construcción y la agricultura, mostraron ritmos de crecimiento "moderadamente positivos", entre los que el organismo supervisor destaca el de la actividad industrial.

A pesar de ello, el empleo no se recupera y la ocupación cayó un 1,3 % en tasa interanual, algo menos que el trimestre anterior, en tanto que la tasa de paro repuntó al 21,3 %, de acuerdo con el dato de la EPA.

No obstante, a pesar del deterioro del mercado laboral, el Banco de España destaca que la tasa de actividad "no ha dejado de crecer", lo que achaca a diversos factores, como el peso específico de los inmigrantes o la mayor incorporación de las mujeres al mercado laboral.

Por otra parte, el supervisor advierte de que la recaudación del Estado será menor este año, ya que la evolución de los ingresos y gastos de la administración central se verá afectada durante todo el año por la plena aplicación del nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas, con más participación en los impuestos y menos transferencias del Estado.

En el caso de los gastos, destaca la caída de los de capital, de los provenientes de las compras de bienes y servicios, y de los pagos de intereses. Estos últimos, según el Banco de España, "deberían acelerarse en los próximos meses".

Sobre los ingresos del Estado, subraya el "buen comportamiento" de la recaudación por IVA, que creció el 8 % en el primer trimestre, debido al efecto de la subida de los tipos en julio del año pasado, y a la moderación en la recaudación por impuestos especiales.

También señala la "evolución contenida" de la recaudación por IRPF.