Portugal Telecom (PT) dió hoy por concluida la venta de su participación en la operadora brasileña de móviles Vivo a Telefónica y confirmó que ha recibido de la empresa española 4.500 millones de euros de los 7.500 acordados el pasado 28 de julio.

En un comunicado al regulador del mercado bursátil luso PT señala que el monto restante de la operación lo recibirá, como estaba previsto, en dos tramos, el primero de 1.000 millones de euros el próximo 30 de diciembre y el segundo, de 2.000 millones, el 31 de octubre de 2011.

También Telefónica informó en España del pago a la empresa lusa, que le ha dado el control del 50 por ciento que tenía en la sociedad conjunta Brasilcel, a su vez poseedora del 60 por ciento de la compañía líder del mercado brasileño de móviles.

Los 4.500 millones de euros que ha recibido hoy PT la desligan de Vivo y cierran un largo y varias veces tenso proceso de negociaciones.

Aunque arrancó oficialmente el pasado 6 de mayo los primeros antecedentes en la pugna por el control de la empresa brasileña se remontan a 2007 y según reveló el presidente del Consejo de Administración de PT, Henrique Granadeiro, hubo conversaciones "duras, difíciles, complejas, largas y hasta violentas".

Telefónica hizo su primera oferta por la posición de PT en Vivo el pasado 6 de mayo por un valor de 5.700 millones de euros, que fue rechazado de inmediato por la operadora lusa y aumentado el 1 de junio hasta 6.500 millones.

La empresa española volvió a elevar la cifra hasta 7.150 millones la noche anterior a la celebración de la asamblea general de accionistas de la compañía lusa que el 30 de junio se pronunció sobre la oferta inmediatamente anterior.

A pesar de que el 73,9 por ciento de los accionistas votaron entonces a favor de la venta de Vivo, el Gobierno luso la vetó con el argumento del valor "estratégico" de la inversión en Brasil y gracias a sus acciones minoritarias pero con derechos especiales en PT, la llamada "acción de oro".

Tras el acuerdo con Oi que permitirá a PT mantener su presencia en la antigua colonia lusa, el Gobierno socialista portugués dio el visto bueno a la venta a Telefónica, que entretanto subió su puja hasta los 7.500 millones de euros.