El consejo de administración de la aerolínea española Iberia decidió hoy renunciar a su derecho a rescindir el contrato de fusión con British Airways (BA) si no quedaba satisfecha con el acuerdo alcanzado entre la empresa británica y los administradores de los fondos de pensiones de sus empleados.

Iberia tenía hasta septiembre para ejercer su derecho de rescisión, de manera que, una vez rechazada esa posibilidad, no hay ningún impedimento para que los accionistas de ambas compañías voten la fusión, informó hoy la empresa española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Según Iberia, la decisión de su consejo "supone un paso más en el proceso de fusión", que culminará con la Junta General de Accionistas", prevista para noviembre.

El pasado junio, BA firmó un acuerdo con los administradores de los fondos de pensiones de sus empleados para atajar el déficit acumulado, uno de los puntos conflictivos del acuerdo con Iberia.

El plan de recuperación evitó el cierre de los fondos de pensiones y mantiene las contribuciones anuales de BA en el actual nivel -unos 330 millones de libras (unos 376 millones de euros)-, además de incrementos anuales acordados al ritmo de la inflación del 3 por ciento de media.

La aerolínea española y BA firmaron el pasado 8 de abril el acuerdo "definitivo" para su fusión con el objetivo de lograr "un grupo mucho más sólido y grande, y mucho mejor posicionado de cara al proceso de consolidación que está viviendo la industria", según explicó en aquella ocasión el presidente de Iberia, Antonio Vázquez.

Sin embargo, este acuerdo tenía que superar algunos obstáculos, como el visto bueno de la Comisión Europea, que llegó el pasado 14 de julio.

El Ejecutivo comunitario no consideró necesario imponer condiciones a la operación, a pesar de que las actividades de ambas compañías se solapan en ciertos ámbitos -transporte de pasajeros y mercancías, asistencia en tierra, mantenimiento, reparación y revisión- al considerar que seguirán contando con una competencia lo suficientemente fuerte.

Las dos aerolíneas, miembros de la alianza Oneworld, crearán con su fusión la tercera compañía de Europa, por detrás de Lufthansa y de Air France-KLM, y una de las cinco más importantes del mundo.