El pacto de los bancos centrales y otras autoridades supervisoras de 27 países sobre los nuevos criterios de solvencia y liquidez para activar el acuerdo llamado «Basilea III» fue ayer bien recibido ayer por el sector financiero español y por los mercados. «Basilea III», que se aplicará progresivamente a partir de 2013, obligará a bancos y cajas de ahorros a reforzar su capital para evitar nuevas crisis.

Así, la proporción exigida de «core capital» (el capital considerado de máxima calidad, consistente básicamente en las acciones y reservas) pasará del 2% al 4,5%.

El proceso de adaptación a esta y otras reglas se desarrollará entre 2013 y 2019, de modo que, a decir de Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), no será contraproducente para la recuperación económica mundial.

Al contrario, Trichet aseguró ayer que la nueva normativa fomentará la recuperación, permitirá eliminar la «incertidumbre», el «gran enemigo» actualmente, y contribuirá en gran medida a la consolidación de la economía global.

El final de la incertidumbre sobre «Basilea» propició ayer una subida generalizada de las bolsas. La bolsa española se revalorizó el 0,71%, animada por el avance de los bancos. Londres subió el 1,16%; París, el 1,11%, y Fráncfort, el 0,75%.

A decir de algunos analistas, los inversores interpretan que los criterios acordados este fin de semana son más livianos de lo que se esperaba en algunos aspectos.

La Asociación Española de Banca (AEB) subrayó ayer que los bancos españoles cumplen de sobra los criterios de «Basilea III».

No obstante, un portavoz de la patronal subrayó que se permite que las inyecciones públicas de capital computen hasta enero de 2018 como capital de calidad, lo que deja a los bancos españoles, que no han recibido tales ayudas, en una situación de «agravio competitivo».

Desde el ámbito de las cajas, el presidente de La Caixa y de la patronal CECA, Isidre Fainé, también valoró «positivamente» los acuerdos.