El paro registrado por las oficinas de empleo descendió en torno a 24.000 personas en España en el mes de abril. El Gobierno adelantó ayer un dato que iba a hacerse oficial el próximo martes y lo hizo coincidiendo con las manifestaciones del Primero de Mayo y después de que la Encuesta de Población Activa (EPA) señalara el pasado viernes que la destrucción de trabajo continuó durante el primer trimestre del año, que el país sumó en ese período 286.200 desempleados más y que la tasa de paro había superado el 20%.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anticipó ayer en Llerena (Badajoz) que el dato de paro registrado correspondiente a abril sería «bueno». Horas después, la agencia «Efe» informó, citando fuentes de la Administración, de que el pasado abril el paro retrocedió por primera vez tras ocho meses consecutivos de incrementos. La última vez que descendió el número de desempleados fue en julio de 2009. A finales de marzo había 4,16 millones de parados inscritos en las oficinas del antiguo Inem.

El descenso del desempleo trascendió una vez concluidas ya las manifestaciones del Primero de Mayo.

En Madrid, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, advirtió ayer de un posible «conflicto laboral de alcance» si se recortan las prestaciones por desempleo en el Presupuesto de 2011, después de que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, anunciara que las cuentas del año que viene serán «más restrictivas».

Durante su intervención final en la manifestación del Primero de Mayo en Madrid, Méndez consideró que el Gobierno, a veces, «carece de perspectiva». A su juicio, últimamente el Ejecutivo ha perdido «capacidad de convicción por estar aterrorizado por los mercados financieros». Méndez cargó también contra el PP y lo acusó de ser «poco patriota y poco responsable» al intentar conseguir «a cualquier precio» derribar al Gobierno para llegar al palacio de la Moncloa.

El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, criticó a aquellos que generaron la crisis económica, que ahora «campan a sus anchas» y «pretenden imponer la dictadura de los mercados sobre la democracia». Y cargó contra el Gobierno porque, a su entender, «no se puede engañar al país dictando que la solución está en la reforma laboral». «Por intensa que sea, no generará el empleo que necesita el país», dijo. La movilización de Madrid reunió a 60.000 personas, según los organizadores, y a 16.000, según la Policía.

En Castilla y León, miles de trabajadores se echaron ayer a las calles en trece capitales y localidades para urgir a administraciones y empresarios acuerdos y medidas, acuciados por el desempleo, que se acerca a las 200.000 personas en la Comunidad, y la crisis.

Convocados por UGT y CCOO, unos 5.000 vallisoletanos, mil salmantinos y otros tantos leoneses, medio millar de palentinos, los mismos que sorianos y burgaleses, cuatrocientos zamoranos, similares abulenses, trescientos segovianos y un centenar de bejaranos se manifestaron por las calles de sus ciudades con la mirada puesta en las reformas pendientes de las pensiones, la fiscal o la laboral.