Mucho había en juego en el partido de ayer aunque menos de lo que finalmente deparó la derrota del MMT frente a su gran enemigo en la lucha por el segundo puesto, un Palma del Río que terminó por imponer su poderío físico y su peculiar ritmo de juego, pausado en el ataque estático y vertiginoso en cuanto puede correr el contragolpe. El equipo cordobés sufrió para frenar a los zamoranos durante la primera media hora de juego en la que Octavio fue el gran líder goleador, pero en cuanto lograron secar al central leonés, el encuentro tomó un color claramente visitante que se mantuvo ya hasta el final.

Fue una derrota que deja al BM Zamora sin opciones de alcanzar el segundo puesto que tiene el indudable premio de poder solicitar en primer lugar la fase de ascenso, un privilegio que ahora ejercerá Palma del Río como reconocía su propio entrenador tras el encuentro. Pero además, esta victoria, unida a la derrota de Teucro ocurrida ayer, mete a los cordobeses en la lucha por el primer puesto que da el ascenso directo ya que el histórico club pontevedrés tiene que visitar todavía el pabellón de Palma.

Pese a todo, el MMT Seguros puso ayer todo de su parte para evitar esta derrota y contó además con el apoyo incondicional y permanente de la afición pistacho, la más volcada con su equipo que nunca se ha visto en el Angel Nieto. Los seguidores zamoranos llevaron al MMT en volandas durante la primera parte, pero no se vinieron abajo cuando las cosas pintaban mal tras el descanso e incluso en los minutos finales en los que la victoria ya se veía imposible, mantuvieron su enorme presión desde la grada.

Porque Palma del Río ya demostró sus poderes en el primer tramo del partido cuando llegó a disponer de dos goles de ventaja durante algún tiempo, justo hasta que Octavio comenzó a ver puerta y, con dos goles marca de la casa, hacía posible la primera igualada (6-6). El encuentro se movía en un clima de enorme tensión e intensidad de la que se aprovecharon los zamoranos para distanciarse con 9-7 obligando al entrenador de Palma del Río, a solicitar su primer tiempo muerto. Los andaluces reforzaron su defensa 6-0 y obligaron a Leo Maciel a realizar dos paradas consecutivas que permitieron al MMT mantener a cero su portería durante la exclusión de Adrián Prieto.

Pero el partido volvió a equilibrarse con sucesivos empates a 9, 10 y 11. La exclusión de Moreno en los visitantes permitía que Octavio pusiera de nuevo por delante a los pistacho con 12-11, y un gol de Ander al salir del banquillo ponía el 14-12 con que se alcanzaba el descanso.

No cambiaron mucho las cosas tras la reanudación del encuentro. A la exclusión de Yoel Moreno le sucedía una gran parada de Maciel y el gol de Gastón Mouriño que ponía por primera vez con tres goles por delante a los zamoranos. Pero aquí se produjo el punto de inflexión del partido, Palma del Río pareció encontrar por un milagro la forma de hacerle daño a su rival y todo se le puso en contra al MMT: Casado tomaba la iniciativa en ataque, Octavio se encontraba con el palo y ni una nueva gran parada de Leo impidió que los andaluces dieran la vuelta al marcador con15-16.

El portero Manu López, un tanto gris en la primera parte, comenzó entonces a acertar, y Octavio quedó anulado con la defensa mixta que le aplicó el técnico cordobés Víctor Montesinos. Los postes continuaron jugando a favor del Palma y el marcador del MMT se pasaba 12 minutos sin moverse con un parcial de 0-6 en contra que permitió a los visitantes alcanzar una renta de tres tantos.

Empujado por la marea pistacho del Angel Nieto, el equipo de Edu García Valiente lograba volver a meterse en el partido con goles de Avalós, Ceballos y Peli, de penalti, que devolvieron la igualdad que se repitió tres veces en el ecuador de la segunda parte.

Hasta que, a falta de 6 minutos, Octavio volvía a encontrase con el poste en su lanzamiento y un par de "paradas sicológicas" de Manu López supusieron un duro golpe en la moral del MMT. Poco después, Fafa sufría una exclusión que trajo consigo el gol de penalti de Moreno que supuso la puntilla con 21-24 y menos de dos minutos por delante que se vivieron con una gran intensidad e incluso incidentes entre jugadores de Palma y la grada, pero la sentencia del partido estaba ya dictada.