Gran partido el jugado por el MMT Seguros Zamora en tierras andaluzas ante un aguerrido Cajasur Córdoba que vendió muy cara su derrota en Vista Alegre. Los zamoranos completaron un partido muy serio y merced a su mayor calidad consiguieron una victoria muy trabajada que, sin embargo, no peligró en los últimos minutos. Un tramo en el que los de Viriato apenas sufrieron como lo hicieron durante la primera mitad o algún tramo del segundo tiempo.

No salió entonado a pista el MMT Seguros Zamora, pues se vio sorprendido por un aguerrido Cajasur Córdoba que saltó a la pista con el planteamiento de apretar a muerte desde el principio, conseguir una renta con la que jugar a favor de marcador y hacer de Vista Alegre un fortín. La ortodoxa y contundente defensa local funcionaría muy bien durante casi todo el partido pero especialmente en los primeros compases del choque, con una presión muy alta que provocó sobre todo en el inicio numerosas indecisiones en el ataque zamorano, incapaz de darle velocidad a su juego y encontrar la solución más fácil.

Así y todos las ventajas locales fueron siempre mínimas, máximo de dos goles, pues el MMT Seguros Zamora una vez más en este esperanzador comienzo de campeonato volvió a mostrarse como un equipo solvente capaz de no ceder en esceso ni en los tragos más difíciles. Los cordobeses seguían apretando llegado el ecuador del primer periodo y no bajaban su nivel de agresividad defensiva, ni siquiera cuando entraron en juego el papel de las superioridades, o inferioridades según se mire, de las que salieron manteniendo esa renta mínima pero valiosa en lo anímico. Sus goles llegaron gracias al trabajo con el pivote y los espacios aprovechados con penetraciones.. Así y todo el cuadro de Viriato distaba mucho de verse afectado y mantenía el tipo amenazando con remontar en cualquier momento.

Pasado el minuto veinte los visitantes tomaron mucho mejor sus decisiones en unos ataques casi siempre trabados y aprovechando un par de momentos en los que pudieron correr consiguieron remontar el luminoso y colocarse por delante.

Los cordobeses tuvieron una respuesta adecuada y trataron de aumentar una vez más su prestaciones defensivas, porque todo pasaba por ahí, incluso a costa de un sobre esfuerzo físico que seguro posteriormente se notaría; pero MMT Seguros cada vez daba mejor impresión y sus hombres importantes no se escondían de coger la responsabilidad, por lo que al descanso consiguió llegar por delante en el marcador (11-12). El gran papel de Octavio, cada día más cerca de su alto nivel de juego, y tres exclusiones locales consecutivas fueron determinantes.

Aunque no muy numerosa en esta ocasión, la siempre calurosa grada cordobesa se apresuró a animar a los suyos cuando el juego se reinició. Tanto Jesús Escribano como Eduardo García Valiente seguro aleccionaron a los suyos en los vestuarios porque a la vuelta al juego el partido fue duro y trabado, con las porterías cerradas a cal y canto y mucha tensión de la buena en el juego.

Fueron momentos de emoción y alternancia, un toma y daca constante plagado de idas y venidas en el que los colegiados de la contienda tuvieron mucho trabajo y no siempre acertaron. Así, tan pronto los locales tomaban la iniciativa remontaban el marcador dejando a sus rivales secos durante unos minutos, como que los visitantes hacían lo propio y ahora comandaban el luminoso. Pero MMT Seguros Zamora mostraba mejores argumentos y mayor calidad en sus muñecas.

Cuando el choque encaró el último tramo todo eso se vio mucho más claro. Los Octavio, Jortos o Ceballos -así como un Sandín que aprovechó su oportunidad y realizó un partido muy completo- impusieron su ley a un oponente muy castigado en lo físico después de haber basado tanto de su juego en ese aspecto, y al que cada vez más le costaba hacer esos goles cómodos al contragolpe tras error rival que había logrado en la primera parte. La calidad, también la física, acabó por imponerse e incluso el final del choque hasta fue plácido para los zamoranos, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que se había tenido que luchar antes.