El Balonmano Zamora está de enhorabuena tras conocer que Octavio Magadán ha recibido el alta médica después de seis meses y medio, y no tendrá que pasar finalmente por el quirófano, como se temió hace algunas semanas. Así lo confirmó el propio jugador que acudió el pasado viernes a Madrid a una nueva revisión de su lesión de peroné y las noticias no pudieron ser mejores.

Los facultativos confirmaron la gran mejoría que ha experimentado el integrante del MMT Seguros que ya ha rubricado sus primeros entrenamientos con los compañeros y espera ansioso el momento de su regreso a la pista, un reto por el que trabaja más que nunca. "Se acabó el vía crucis. Después de seis meses y medio vuelvo a entrenar. El lunes y el martes trabajé normal y aunque no estoy al nivel de los compañeros, voy entrando en la dinámica a la espera de tener minutos de juego", confesó Octavio con una sonrisa, y es que como secuelas afirma tan solo tener una leve molestia en la zona. Ahora toca la puesta a punto y es que aunque su nivel físico es positivo y lleva semanas practicando ejercicios aeróbicos, tiene que continuar con el trabajo hasta cumplir su objetivo de "ayudar al equipo y entrar en las rotaciones, poco a poco".

Junto a él, el entrenador, Eduardo García Valiente, tampoco escondía su satisfacción por este regreso aunque, eso sí, dejó claro que ahora "hay que tener paciencia y no nos vamos a precipitar", ya que también es cierto que un mal golpe puede dar al traste con toda la buena evolución sellada.

Por este motivo, el míster cree que la vuelta de Octavio no se verá este fin de semana en Gijón pero sí cree que es posible que tenga minutos la próxima semana en el Ángel Nieto, ante una afición que celebrará su regreso. "Es una noticia magnífica y el mejor fichaje que podíamos tener. El equipo está encantado con la noticia". Así, ayer todos completaron una nueva sesión y mañana viajarán hasta Gijón para medirse al Jovellanos, un rival fuerte defensivamente y que llega a este partido herido tras haber perdido 32-26 en casa de Cisne. Mientras, los pistacho esperan seguir evolucionando y sumar un nuevo triunfo que saben no será fácil.