El MMT Seguros abrió ayer la temporada en el Ángel Nieto con una derrota (22-28) a manos del Villa de Aranda, un equipo de Liga Asobal que impuso sobre la pista la calidad propia de la categoría a la que aspiran a regresar los zamoranos. Un camino del que restan aún muchos pasos, como demostraron los de García Valiente en un partido en el que las virtudes de los pistacho asomaron sin llegar a permanecer en el parquet por falta de acoplamiento y frescura, algo propio de pretemporada.

Con pocos espectadores en las gradas y muchos cambios sobre la pista, los guerreros de Viriato volvieron a luchar antes su afición dejando buenas sensaciones. Al menos durante una primera mitad equilibrada en la que ningún equipo pudo gozar de más de dos goles de ventaja.

Fueron los arandinos los que llevaron la voz cantante desde el inicio. Con buena circulación de balón y calidad en sus disparos, no tardaron en ponerse por delante. Eso sí, los de García Valiente salieron "respondones" y aprovecharon cada fallo visitante y cada parada de Leo Maciel para volver a igualar la contienda. Por ello, el empate imperaba en el marcador tanto tras los compases iniciales (2-2, m. 5) como mediado el primer acto (8-8), justo después de la primera renta zamorana.

El paso de los minutos permitió ver tanto el funcionamiento del equipo sin Octavio como a los nuevos fichajes, salvo por el argentino Mouriño quien sufrió un esguince de tobillo en un entrenamiento y no pudo participar. Adrián Sánchez se mostró muy completo, correcto tanto en ataque como en defensa y Ander Iriarte fue una amenaza constante en el tiro exterior. Dos factores que, unidos al buen hacer de Iñaki al mando de los "pistacho" y la garra de Jortos, mantenían las espadas en todo lo alto al descanso. Un asueto al que se llegó con 13-15 en el marcador fruto del mayor número de superioridades que disfrutó el cuadro de Senovilla y de los fallos desde los siete metros del cuadro local.

La dinámica del choque cambió al inicio de la segunda mitad. El Villa de Aranda regresó a la pista pleno de intensidad mientras que el MMT Seguros acusaba ausencia de sincronía en sus ataques. Falta de acoplamiento entre sus jugadores que generaron varias pérdidas de balón consecutivas que dieron lugar a un parcial de 0-3 que acabó resultando clave para el envite (13-18, m.33).

La sangría de los minutos iniciales la cortó García Valiente solicitando un tiempo muerto con el que los zamoranos reorganizaron sus esquemas ofensivos. Una reacción que no alcanzó para remontar el marcador adverso, aunque sí para devolver el encuentro al intercambio de goles del primer tiempo (19-22, m. 45).

El ecuador del segundo acto marcó el final del partido. El MMT Seguros empezó a acusar la falta de energía. Se le vio más cansado y con menos capacidad para el repliegue, permitiendo al Villa de Aranda correr y abrir la brecha en el tanteo hasta los seis goles (19-25, m. 47).

A partir de ahí, los visitantes bajaron algo los brazos ante un MMT Seguros que, pese a estar fundido, siguió batallando hasta el final del choque de forma estéril por recortar diferencias. No lo consiguió, pero dejó claro que el compromiso y la garra del grupo son innegociables incluso a mucha distancia de su mejor versión. Una idiosincracia que le permitió ayer ser competitivo frente a un rival superior y que debe permitir a los "guerreros de Viriato" asentar su juego en próximos días para llegar de forma óptima al inicio de liga.