Sobresaliente. Esa es la nota que, dos días después de perder la Fase de Ascenso a Liga Asobal, hace José Antonio Quintana de la temporada de su club, el Balonmano Zamora. Una campaña en que deja «sensaciones encontradas » en lo relativo al primer equipo pero también la firme convicción del trabajo bien hecho con éxitos en otras parcelas.

—Con el capítulo deportivo ya cerrado. ¿Cuál es el balance de la temporada para el club?

—El balance que se debe hacer de la temporada es tremendamente positivo. Tal y como ha transcurrido todo, meternos en la final de la fase y jugarnos el regreso a Asobal en 60 minutos en las condiciones en la que estábamos... es para dar un sobresaliente al equipo. Evidentemente, tenemos sensaciones encontradas porque estamos satisfechos y felices con el rendimiento pero hay cierta tristeza porque nos hubiera gustado poder ver esa final con ambos equipos en buenas condiciones.

Da la sensación de que al MMT Seguros le faltó un peldaño para luchar con garantías contra equipos con mayor presupuesto y grandes plantillas.

—Cada club tiene sus circunstancias. Este año hemos vivido la División de Honor Plata más dura de los últimos años, muy exigente y eso ha jugado en nuestra contra. Además, el deporte fue injusto con el MMT Seguros porque, aunque haya que contar siempre con las lesiones, este año ha habido dolencias graves como roturas de cruzado o de peroné sufridas por hombres importantes. Pese a ello, el equipo ha sabido reponerse y llegar hasta una final y pelear por su sueño hasta los últimos compases, si bien es cierto que más presupuesto da más garantías.

—Al menos, la cantera sigue proporcionando soluciones al equipo año tras año.

—Trabajamos para eso. Para que la gente de la casa pueda competir en la élite. Este año Luis se ha hecho un hueco, Sandín ha hecho un gran final de temporada y tanto Raúl como Magariño han debutado. Ellos deben ser el relevo de, como digo yo, las «viejas glorias» como Iñaki o Carletes porque llegará un momento en el que tendrán que dejar de competir. Por eso intentamos seguir con la misma filosofía. Si esa cantera va teniendo hueco en el primer equipo, los chicos que vengan por detrás lucharán por ser como ellos y tener su oportunidad. Y, con este entrenador y en este grupo, sin duda la pueden tener.

—Así pues, la filosofía del club se mantiene y se apostará por dar continuidad al proyecto.

—La filosofía no va a cambiar. Esto es como la informática, si algo funciona procura no tocarlo porque, probablemente, te lo cargues. Procuraremos mover pocas piezas, tenemos una línea que mantener pero, ciertamente, será inevitable que en un equipo que ha hecho la temporada que ha realizado el MMT Seguros no haya jugadores con varias novias. Habrá ofertas con las que podamos competir y otras con las que no pero a nosotros nos gustaría que el grueso del grupo siguiera y hacer un equipo competitivo para el año que viene.

—De momento, el proyecto parece sólido con el técnico y dos estrellas como Octavio y Leo.

—La renovación de Leo es una grandísima noticia para nosotros porque creo que su rendimiento ha sido brutal y tenerlo bajo palos la próxima campaña es una gran noticia para toda la afición.

—Una afición que ha vuelto a crecer y ser fundamental.

—La afición es increíble, como ha demostrado en Irún y cada jornada en el Ángel Nieto. No puedo negar que, cuando perdimos el partido, bajé a la pista y me enfrenté a la afición, miré sus caras; viéndoles llorar, sinceramente, me dieron ganas de llorar a mi también. Ver esa implicación, esa simbiosis que hay entre afición y jugadores que es muy grande y difícil de adquirir te hace sentir orgullo. Solo se puede dar las gracias porque siempre, pase lo que pase, está con el equipo.

—Y cada vez en mayor número, también en cuanto a la cantidad de socios.

—Las campañas de socios siempre han llegado a los términos esperados. Zamora es pequeña y, quizá, es más fácil llegar a los ciudadanos pero es muy gratificante ver como a la web del club llegan peticiones de camisetas de gente que no conoces, incluso de otros puntos de España. De personas que han visto por la tele al equipo y quieren tener vinculación contigo. La masa social tiene que seguir creciendo y eso también pasa por la cantera. Por hacer crecer la base, implicar a las familias de los jóvenes y tratar de ser cada año unos pocos más. Aumentar la masa social y dar alegrías a más gente.

—Cantera y alegrías, dos términos que este año han ido muy unidos gracias a los equipos femeninos o los éxitos de jugadores como Luis Posado o Julia Iglesias, triunfadores fuera de Zamora.

—Ese es el fruto del trabajo de muchos años. Esos jugadores no han llegado donde están de la noche a la mañana. Fueron canteranos que se formaron poco a poco y que han ido encontrando su sitio en otros lugares, ratificando la buena labor hecha con la cantera. Empezaron a jugar con nosotros en el colegio y la vida les ha llevado a otros clubes tras dejar su ciudad por temas de estudios o laborales. Se han formado aquí y sus éxitos son motivo de alegría y razón para mantener nuestra filosofía. Nos gustaría que estuvieran aquí, con nosotros, pero Zamora tiene unas infraestructuras y hay que contar con eso porque los jugadores jóvenes también tienen que seguir su camino.

—¿Esa es una de las dificultades a vencer para crear un senior femenino?

—Evidentemente. Es uno de nuestros grandes objetivos y lo sigue siendo. El problema es que a cierta edad, muchas jugadoras tienen que dejar la ciudad por motivos de estudios y es difícil crear una plantilla que pueda competir con ciertas garantías. Lo que el club no está dispuesto a hacer es crear una plantilla corta y sin implicación, incluyéndola con calzador en una competición. Cuando el equipo salga, tiene que salir con garantías y competir dignamente, quede como quede en la clasificación. No estamos por la labor de cambiar nuestra forma de hacer las cosas, es la que nos ha traído hasta aquí y funciona.

—En cuanto a su forma de hacer las cosas. En la próxima asamblea, ¿los socios volverán a aprobar unas cuentas positivas?

—Convocaremos la próxima asamblea en los tiempos que marcan los estatutos y esperamos cuadrar las cuentas en los próximos días para presentar un balance positivo. Ha habido ciertos gastos extraordinarios como los campeonatos estatales de las chicas o la fase de ascenso pero creo que con el trabajo habitual y sentido común el esfuerzo se habrá podido paliar sin problemas.

—Supongo que también se hablará de lo ocurrido con aquel ascenso frustrado a Asobal. ¿Qué acabó ocurriendo en los despachos?

—Presentamos toda la documentación en nuestros abogados en Madrid y nos comentaron que, debido a la rapidez con la que se resolvió todo, la reclamación económica no llegaría a buen puerto. Por ello, el club prefirió ser cauto y esperar por un hipotético ascenso a Asobal, para luchar por las condiciones que se habían pactado entonces y posteriormente se retiraron de la mesa.

—Una lástima no haber dado el salto en Irún o que la Asobal apostara firme por Zamora.

—La Asobal dio un paso hacia delante pero no llegó al final. El CSD hizo su función, medió entre Asobal y Federación. Su decisión es vinculante y la acatamos pero queda claro que Asobal cometió un error. No puedes echarte atrás tras tomar una decisión en tu asamblea porque es difícil dar marcha atrás y, además, crea un precedente. Ahora, los equipos que ascienden pueden creer que no deben respetar los plazos previstos porque, visto que no hay castigo por ello, nadie tiene motivos para acatarlos.