"Este equipo es enorme". Así se expresó ayer Alberto Molina tras el partido y comentó que "hemos desplegado un juego, tanto en defensa como en ataque, espectacular. Lo que pasa es que nos hemos dejado el alma en el campo y no lo hemos logrado. Aún así, hay que aplaudir a todo el club, desde jugadores y directiva hasta a todos esos aficionados que han venido hasta aquí o nos han seguido desde casa, porque todos se han entregado al cien por cien. Ese es el espíritu que siempre ha representado a este equipo y por ello deben tener la cabeza alta". No obstante, sí confesó que "nosotros ahora no lo vemos así, pero creo que cuando pasen los días se verá la repercusión de lo hecho este año y habrá motivo para sentirse muy orgulloso". "Da rabia haber jugado bien y no haber logrado el ascenso. Pero está claro que hemos competido con dos súperequipos y lo hemos tenido ahí cerca. Irún era el favorito, cuenta con un equipo para haber estado en la parte media de la tabla en Asobal y, pese a ello, hemos tenido nuestras oportunidades como el siete metros que he fallado con 13-13 en la segunda parte. Pero hay que mirar hacia delante", explicó ante los medios de comunicación.

Pensando en los próximos meses, incidió en que "desde luego, el año que viene el objetivo tiene que ser el mismo: luchar por el ascenso directo o meterse en el play-off. La meta tiene que ser la Asobal porque tiene un equipo para ello, una afición y una ciudad detrás que apoya su labor".