El MMT Seguros ha tenido que reinventarse para afrontar con garantías el play off de ascenso, ha tenido que convencerse a si mismo de que es capaz de mantener el altísimo nivel de juego anterior pese a no poder contar con algunos de sus mejores jugadores. Y ayer dio un paso más en esta nada sencilla labor, única solución para luchar con garantías por el ascenso.

Si importante fue la victoria de la semana pasada en La Roca, no lo fue menos la de ayer en el Angel Nieto que guardaba un agrio sabor de boca de jornadas anteriores. Era un buen momento no solo para reforzar ese golpe a la moral del equipo que suponen las lesiones, sino para comprobar ante un posible rival en la fase de ascenso que este equipo sigue siendo capaz de todo.

Así, el MMT comenzó el partido jugando sin complejos frente a un rival que, pese a afrontar el encuentro con mayor motivación, no quiso arriesgar nada en los primeros compases. Con la plantilla muy condicionada por las lesiones, los zamoranos veían cómo el equipo de Gijón tomaba la iniciativa en el marcador con un preocupante 0-2 tras dos disparos lejanos de Rubén Río. Molina no encontraba huecos para el tiro y fue Reyes el que abrió el tanteo para los "guerreros de Viriato".

Y tuvieron que pasar cinco minutos para que llegara el segundo gol pistacho, cuando el Juanfersa se había ido ya a los cuatro tantos. No flaqueaban los asturianos pese a que la defensa zamorana(6-0) funcionaba bastante bien, y el marcador se mantenía en franquía para los visitantes con 3-6.

Afortunadamente el MMT Seguros sacaba partido de la poco efectiva defensa asturiana que concedía dos penaltis que aprovechó Reyes, y una nueva acción de Guille marcó la recuperación zamorana que se traducía en un esperanzador 5-6.

Leo se había convertido además en la mejor baza de los de casa protagonizando hasta cuatro paradas seguidas ante las acometidas del Juanfersa. Pero las rotaciones ordenadas por Edu García Valiente lastraban bastante al equipo y la ventaja asturiana se volvió a disparar pronto a los tres goles.

Un tiempo muerto permitió a los zamoranos mantenerse dentro del partido pero la remontada era por aquel entonces imposible. Río, Beret y Adrián se mostraban imparables desde la segunda línea, y el MMT no encontraba réplica pese a que en defensa las cosas no iban tan mal.

Un lanzamiento fallido de Sandín solo ante el portero y una tarjeta amarilla a Alonso, avivaron el nerviosismo en las filas del MMT que cerraba el primer tiempo encajando un 0-3 que puso el 11-16 al descanso, y las cosas muy complicadas de cara a la segunda mitad.

Tras la reanudación del encuentro, el Juanfersa incrementó su ventaja con un gol de Adrián tras un larguísimo ataque que terminó de sembrar el pánico en las gradas. Pero la exclusión del asturiano Díez tras propinar un golpe a Reyes marcó el punto de inflexión del encuentro.

Y fueron los canteranos los que tomaron la iniciativa: marcaban Guille y Luisín, mientras Leo continuaba con su exhibición que impidió que se moviera el marcador durante casi tres minutos. Siguieron los asturianos en inferioridad y dos nuevos goles de Ceballos ponían el encuentro al rojo vivo con 16-17.

Pero el Juanfersa no se dio por vencido todavía y volvió a escaparse a tres goles de ventaja. Tampoco el MMT arrojó la toalla y su fe le permitió iniciar de nuevo la remontada para alcanzar el premio del empate a 21 que le hizo creerse definitivamente que la victoria era posible.

Los asturianos volvieron a pegar un arreón pero ya no fueron capaces de escaparse a más de dos tantos de ventaja. Leo Marciel seguía a lo suyo y el Juanfersa tenía que emplearse a fondo para frenar a los pistachos, hasta que Adrián recibía la segunda exclusión que se transformaba en el empate a 24 que firmaba de penalti Molina.

Volvieron a igualar los zamoranos, ya convencidos de la victoria, a 25. Leo puso el resto deteniendo dos lanzamientos consecutivos que desesperaron a los asturianos y Molina remataba su gran actuación firmando el 26-25 a falta de poco más de un minuto para el final. Molina fue ayer el director del equipo pistacho y demostró que puede asumir la función del añorado Octavio con todas las garantías.

El Juanfersa ya no tuvo capacidad de reacción pese a que su entrenador pidió un tiempo muerto a falta de 60 segundos para el final. Pero lo único que consiguió fue que Reyes estableciera el definitivo 27-25.