"Es imposible no vivir en el alambre", afirmaba García Valiente tras salir victorioso el MMT Seguros del Quijote Arena. Una frase fruto de la realidad de un equipo abonado a finales de infarto que tras lograr -puede darse casi por hecho- su presencia en el "play-off". Un objetivo alcanzado a base de luchar cada semana donde los fallos milimétricos salen caros. Un camino intrincado por las alturas de la liga similar al que los equilibristas trazan bajo las carpas del circo. Arenas en las que la próxima contienda de los de Viriato se anunciaría como "el más difícil todavía".

Sin Camino, Del Val o Jortos en Ciudad Real, el triunfo se antojaba más que complicado para los pistacho. Pero, el siguiente partido en el Ángel Nieto será un compromiso igual de relevante y múltiples veces más peliagudo. Los zamoranos mantendrán esas tres bajas, acumulan un notable cansancio tras el agónico triunfo frente a BM Alarcos y reciben a uno de los favoritos. Un Atlético Valladolid que ya ganó en la ida con rotundidad a un MMT Seguros, por entonces, más entero.

La importancia del duelo es evidente. Quien gane dará un paso de gigante hacia el título. La exigencia para los zamoranos, también. Y es que, pese a recuperar su carácter más luchador, prepararán la cita con tres dudas más por motivos físicos. A la lista de bajas podría unirse Iñaki, quien jugó lesionado el sábado al recaer de su última dolencia en el entrenamiento del viernes; Abalós, quien sufrió un esguince en Ciudad Real y ayer cojeaba ostensiblemente pues el hinchazón de su tobillo no se había reducido; y Peli, que con el mismo problema que el pivote se encontraba mejor horas después de lesionarse.

Un parte de guerra que da más valor al último triunfo pero que deja al MMT Seguros sin red para trabajar en su siguiente función. Esa que puede encumbrarle como "Rey del alambre", funambulista de leyenda.