Barcelona, Área 11

El MMT Seguros lo volvió a hacer ayer en casa del filial blaugrana. Los "Guerreros de Viriato" repitieron la hazaña de hace dos años y se impusieron en la Ciudad Condal al filial del FC Barcelona. De nuevo en un duelo igualado, otra vez obligado a trabajar duro y contracorriente para conseguir los dos puntos.

El partido resultó completo y emocionante desde los primeros minutos de juego, en los que ambos equipos intercambiaron golpes se motraban acertados en ataque. Un primer escarceo tras el que se vería una fase de menos acierto cara a puerta, con ambos técnicos tirando de táctica en un intento de mejorar sus respectivas defensas seis cero. Los zamoranos mandaban en el luminoso, al menos hasta el 4-6 con el que se llegó al término de los diez primeros minutos.

Los de Lorenzo Rueda, que fueron poco a poco asentándose en el partido, comenzaron entonces a voltear la situación. Apoyados por una buena labor en portería, Aleix Gómez y el pequeño de los Dujshebaev enchufaron un parcial de 4-0 que colocaba a los blaugranas dos arriba antes de cumplirse el primer cuarto de hora.

Este buen momento catalán coincidió con malos minutos en ataque de un MMT Seguros que cometía errores bastante infantiles, y al que parecía que se le escapaba el partido cuando dos goles consecutivos de Deumal elevaban la diferencia a tres goles (10-7) y obligaban a Eduardo García a pedir un tiempo muerto.

Le sentó bien el parón al cuadro de Viriato, pues tras él los zamoranos jugaron con mayor soltura y menor precipitación. Un juego colectivo y calmado en el que, además, comenzaba a emerger la figura del partido. Un Peli que ya en ese momento resultaba decisivo con sus goles desde el extremo.

Cano, gran protagonista el encuentro, se echó el equipo a su espalda y a cinco minutos para el descanso, su eficacia había permitido al MMT Seguros remontar la contienda y dar un gol de ventaja a lo suyos (11-12). Tanto que los "pistacho" defendieron con uñas y dientes, incluso afrontando su primera inferioridad en el último minuto de una primera parte que concluyó como empezó, de forma igualada (14-15).

Con las espadas en todo lo alto, la segunda mitad gozó de un trepidante ritmo desde el segundo inicial.

Octavio, bien secundado en primera línea por Molina y Jortos, imponía los galones que le otorgan su calidad pero, a su vez, el FC Barcelona B Lassa aprovechaba su juventud para aumentar al máximo la exigencia física de un envite al que iba con todo. Así, el choque se tornó aspero y trabado, con ambas porterías funcionando bien y los entrenadores tirando de banquillo en busca de soluciones a los problemas ofensivos. Una batalla que tuvo un primer vencedor en el plantel local. Pasado el minuto diez de juego los catalanes colocaban un preocupante 22-19 que obligaba a García Valiente a parar una vez más el partido.

Dujshebaev y Ceretta pusieron contra las cuerdas a los zamoranos, a los que le quedaban veinte minutos para demostrar su potencial y reaccionar si no quería sufrir su primera derrota de la segunda vuelta. Y así lo hizo.

Los "Guerreros de Viriato" regresaron del asueto dispuestos a dejarse la piel sobre la pista, a mostrar ese indomable espíritu que se asocia a su nombre y a su ciudad, y no fallaron en su empresa. Ni siquiera cuando Abalós dejaba en inferioridad a los suyos con una nueva y polémica decisión arbitral contra los zamoranos.

El MMT Seguros, en el peor momento, miró a la derrota cara a cara y apretó los dientes. Recuperó el ánimo y exhibió su mejor virtud, una defensa solidaria sin hueco alguno. Una zaga en la que no dejó que se notase ausencia alguna, y así redujo distancias hasta situarse a un solo gol de diferencia. Magadán brilló en estos minutos.

Pasado el cuarto de hora de la segunda parte,con 25-23 en el marcador, el MMT Seguros pudo ver frenado su empuje por una nueva exclusión. Un delicado momento ante el que, nuevamente, la mayor experiencia zamorana y la identidad del conjunto visitante superó al entusiasmo del filial blaugrana. Y es que, la inferioridad no sólo no afectó, además sirvió de estímulo para disparar la ambición visitante, que guiada por Diego Reyes, elevaba la emoción al dar como fruto un empate a 27 goles cuando restaban cinco minutos.

De ahí al final, las tablas del MMT Seguros hicieron el resto. Los zamoranos supieron leer mejor el partido, con constantes idas y venidas repletas de errores. Un duelo del que los hombres de la "trinchera" pistacho, comandados por Maciel, y las afiladas puntas de su ataque, el goleador Peli y el certero Carletes, fueron justos vencedores demostrando a su rival el valor de no darse nunca por vencido (27-29).