El MMT Seguros consiguió ayer una nueva victoria, la séptima de la temporada, al superar al BM Alarcos (28-25) en un partido de auténtica locura en la que ni zamoranos ni manchegos fueron los protagonistas. Ayer, en el Ángel Nieto, donde cerca de un millar de personas acudieron a disfrutar de un buen duelo de balonmano, los focos estuvieron siempre sobre la pareja arbitral.

Diecinueve exclusiones señaló ayer la pareja arbitral en un partido nada bronco, jugado con deportividad por ambos bandos y en el que, tras un inicio fulgurante de los zamoranos, los colegiados trabajaron para hacer del final un periodo igualado. Un desenlace que, por fortuna, no dejó sin premio a un MMT Seguros desquiciado en el segundo acto pero que se recompuso justo a tiempo.

El partido arrancó con los zamoranos dominando en el marcador gracias a un siete metros transformado por Octavio, dos paradas de Leo Maciel y un gol de Andrés Alonso. Y, aunque BM Alarcos tardó poco en lograr su primer tanto y llegaron los primeros fallos ofensivos de los locales, el MMT Seguros cerró los primeros minutos aumentando su ventaja al sacar provecho de la primera exclusión manchega (5-1, m. 6). Situación que forzó el primer tiempo muerto visitante.

El asueto solicitado por BM Alarcos para hacer ajustes no tuvo apenas efecto. De hecho, la defensa abierta de los zamoranos se mantuvo firme durante los siguientes seis minutos sin que el cuadro de Márquez encontrara la forma de superarla. Un periodo de sequía visitante que el MMT Seguros, liderado por Octavio desde la línea de castigo, aprovechó para abrir la brecha hasta los nueve tantos (10-1, m. 12).

Sin embargo, tras el primer cuarto de hora, el partido dio un giro brusco. BM Alarcos empezó a sentirse más cómodo. Camino, con dos goles en apenas 20 segundos, y Reyes mantenían la renta zamorana intacta (13-3, m. 15) pero el partido no era ya el mismo.

Habían comenzado a sucederse las protestas y los minutos con inferioridades y superioridades para ambos equipos. Una esperpéntica situación que, con dos goles anulados a Ceballos, dejaron intuir lo que iba a suceder posteriormente.

Las intervenciones de Leo Maciel bajo palos mantuvieron la brecha abierta para el MMT Seguros durante algunos minutos (14-4, m. 20). Lo que tardó en acribillar a exclusiones la pareja arbitral a un cuadro de Viriato que, además de estar en inferioridad, se enfrentaba a una defensa mixta sobre Octavio bastante efectiva.

Los dos minutos de castigo para Iñaki, Abalós y Camino permitieron a los manchegos explotar su buen hacer defensivo y firmar un parcial de 0-4 que les devolvía parte de sus opciones perdidas (15-8, m. 25).

Con los locales campeando el temporal y los visitantes crecidos, se llegó al descanso. La renta para los de García Valiente ya solo era de seis goles, lo que obligaba al plantel zamorano a seguir empleándose a fondo durante la reanudación. Empezando, además, con un hombre menos.

La segunda parte tuvo un comienzo similar al del acto anterior, con dos goles rápidos del MMT Seguros. Pero la contienda ya era toda una locura y no tardó en volver el carrusel de exclusiones. Un despropósito arbitral en el que los peor -que no los únicos- perjudicados fueron los zamoranos.

Los manchegos, dispuestos a no regalar nada, mantuvieron su defensa con alta agresividad durante todo el partido. Y, aunque alguna inferioridad le costó ese celo, las sanciones se veían compensadas por los rigurosos dos minutos que se señalaban al plantel local. Un guión que permitía la remontada gracias a un ataque más espeso y una defensa menos sólida del MMT (19-14, m. 35).

Los zamoranos se resistieron a caer en este juego. Y aunque, a cuenta gotas, encontraron los goles necesarios para mantenerse por delante en el marcador (22-16, m. 41). Pero, finalmente, y tras diversas decisiones arbitrales realmente dignas de estudio, el MMT Seguros cayó presa de la locura como ya lo había hecho su adversario antes. Una demencia balonmanística que solo sirvió para oír abucheos y pitos en un último cuarto de hora en el que fue extraño ver a catorce jugadores sobre el 40x20.

La enajenación deportiva en la que se convirtió el último cuarto de hora de partido, sin embargo, no influyó igual para los dos contendientes. Mientras el BM Alarcos se venía arriba y encontraba por los extremos el camino al gol desde la superioridad, el MMT Seguros se veía descolocado, sin segundos para trabajar ante el muro manchego con inferioridades que ahogaban su creatividad (23-18, m. 48).

Con dos equipos en dos estados de ánimo claramente distintos, faltaba por ver cuando se cumpliría el deseo arbitral de un final igualado y tenso. Escenario que podría decirse que llegó a hacerse realidad a falta de nueve minutos, cuando Octavio recibió una exclusión que parecía dar la estocada definitiva a los zamoranos (24-21, m. 51).

Las espadas estaban por todo lo alto y el disparate sobre la pista era tal que podía ocurrir cualquiera cosa. Sin embargo, llegó el momento de la cordura. De esa lógica que, a veces, lleva asociada la calidad.

Volvió a surgir en portería la figura de Leo Maciel y, en ataque, Camino y Octavio encontraron los resquicios necesarios para llegar al tramo final con muchas opciones (27-24, m. 57). Sin embargo, no con todas, ya que una nueva exclusión iba a obligar a sufrir a los zamoranos.

Pero, con todo a su favor para igualar aún más la contienda, BM Alarcos no encontró la pausa para salirse de la locura impuesta por los colegiados. Falló dos claros lanzamientos y permitió a Octavio sentenciar la contienda (28-25). Un partido del que se esperaba mucho y que acabó siendo un horroroso ejercicio arbitral con algo de balonmano en el que, al menos, ganó el MMT Seguros.