Suma y sigue de un MMT Seguros Balonmano Zamora imparable en esta primera parte del campeonato liguero, en esta ocasión derrotando de forma holgada al Academia Octavio en Vigo. Un lugar nunca plácido para los rivales y en el que se impuso la mayor calidad visitante a la necesidad gallega.

La contienda de ayer medía las fuerzas de dos escuadras en momentos completamente opuestos. Un Academia Octavio con cero puntos e incapaz de poder romper la racha de derrotas consecutivas que inició en su debut; en frente, los "Guerreros de Viriato", que han logrado sumar todos los puntos y ayer fueron justos y claros vencedores sobre la pista, tras sesenta minutos de juego sin demasiada historia.

Apenas hubo partido, ni siquiera en el inicio del mismo. Un 0-4 de salida en los primeros seis minutos, con un ataque coral zamorano espectacular a nivel táctico por la coordinación de sus jugadores, dejó en evidencia a un ataque más que pobre de los vigueses y obligó al técnico local, Javier Fernández "Jabato", a pedir su primer tiempo muerto para reanimar a su equipo o al menos frenar la hemorragia y entrar en el partido. Todo ello cuando el cronómetro todavía se encontraba lejos de marcar el descanso.

La cosa pareció funcionar y la grada aplaudiría un parcial a favor de 4-2 en los siguientes seis minutos cuando por fin funcionó el ataque "rojillo", situándose a dos goles de un MMT Seguros que parecía podría sufrir en Vigo (4-6, m.11). Pero todo aquello fue un espejismo pues los hombres de García Valiente respondieron a este mal rato de forma rápida y contundente. Solo tuvieron que ajustar su correosa y agresiva defensa para cerrar su portería y aprovechar su mayor calidad en la definición. Un ajuste que les permitió firmar un duro parcial de 3-0 que heló de nuevo a un conjunto local, que ya no volvería nunca a estar tan cerca en el marcador; ni en la primera parte ni en el resto del partido.

Con el paso de los minutos cierto es que la defensa viguesa fue dando la talla, pero no menos cierto es que el ataque dejó mucho que desear. Sin la velocidad y el acierto necesarios en la circulación, el único camino que le quedó al Octavio fue recurrir al tenaz empeño de Figueirido o la altura de Óscar Silva. Sin embargo, en ningún momento lograron sorprender a la zaga zamorana que, pese al buen rendimiento de la primera línea viguesa, volvió a realizar un gran partido.

No solo en buenos momentos defensivos se quedó esta vez el MMT Seguros. Además de ofrecer una seriedad envidiable a la hora de detener a la segunda línea gallega, su balance ofensivo dejó también grandes sensaciones ayer en Vigo; especialmente brillante fue su colectividad, jugando como un grupo compacto en el que más allá de ciertas individualidades como su capitán Jortos o el veloz Camino, todos atacaban y todos defendían. Un arma que permitió a los visitantes dejar el duelo casi cerrado al descanso. Así lo indicaba el 10-16 que favorecía los intereses del cuadro de Viriato, que aprovechó el desconcierto local en los los últimos minutos del primer acto para aumentar las diferencias.

Los hombres de García Valiente habían encarrilado el duelo y dejaron claro que lo ganarían nada más empezar la segunda parte. Por si no hubiera quedado clara su superioridad al paso por vestuarios, el MMT Seguros Zamora sentenció con un parcial de 2-6 en los primeros minutos y llevó la diferencia hasta los diez tantos (12-22, m.36), asegurándose prácticamente los dos puntos.

Después, con ese margen de seguridad, el cuadro de Zamora no tuvo más que jugar con la inteligencia requerida para tales situaciones y dejar pasar los minutos mientras el reloj avanzaba inexorable y la impotencia cundía en los vigueses. Tres exclusiones en los últimos cinco minutos, dos de ellas de Figueirido, reflejaron ese sentimiento de los vigueses, que recortaron diferencias en el tramo final ante la permisividad de un MMT Seguros que no quiso hacer sangre.