El MMT Seguros Zamora consiguió este sábado una valiosa y trabajada victoria al ganar por la mínima al Zumosol ARS Palma del Rio en una de las pistas más complicadas del grupo.

Los zamoranos exhibieron un gran nivel defensivo y mandaron en el marcador desde el principio hasta los dos últimos minutos de juego, cuando su rival logró colocarse por delante. Sin embargo, en un final agónico, volvió a aparecer el mejor del partido, Octavio Magadán, para sentenciar.

El Balonmano Zamora salió muy enchufado en defensa al partido y de la mano de un superlativo Octavio se colocó en poco más de cinco minutos de juego con un 0-3 que dejaba helado a su rival y a gran parte de la grada.

La conexión con el que a la postre sería el goleador del partido se rentabilizó en esos primeros compases de manera extraordinaria y puso los cimientos para que el grupo cogiera moral y seriedad en una pista tan complicada y caliente como es El Pandero, donde por momentos el jolgorio quedó silenciado.

Zamora aportaba agresividad en defensa y Palma del Río sufria lo indecible para ver puerta con relativa facilidad. Con problemas para correr y sin una circulación clara en las transiciones, los cordobeses sufrían hasta para encontrar una posición óptima de lanzamiento. Acumularon errores en esa suerte y la ventaja de más tres para Zamora llegó a ser de cuatro pasado el minuto diez, 2-6 después del primer tiempo muerto de los locales.

A la vuelta del parón el partido se animó mucho más. El entrenador palmeño Víctor Montesinos, que tenía con molestias a dos baluartes como Requena y Antonio Caro, supo mover su banquillo y aclarar conceptos. El siete local se agarró a la calidad incuestionable de Camino y el marcador se movería muchísimo más rápido que en el inicio del encuentro, aunque sin variaciones drásticas hasta cumplido el minuto veinte, 6-9.

De ahí al descanso el Zumosol ARS Palma del Rio apretó los dientes con una seis cero presionante que s ele atragantó a Zamora. Con Magadán muy vigilado, el equipo pasó por momentos de apuros y tras una inferioridad se vio primero igualado y segundos más tarde superado en el marcador, 10-9. Con todo, al receso se llegó con empate a diez tantos y las espadas por todo lo alto.

A buen seguro que el entrenador pistacho, Edu García Valiente, aprovechó el descanso para aleccionar a sus pupilos y reparar errores anteriormente. Como tantas otras veces la victoria pasaba por la defensa y tras el reinicio los visitantes volverían a mostrar su mejor tono en esa faceta. Conseguida una vez más una renta de tres goles que los colocaba en posición cómoda, 12-15 en el minuto diez, llegaría uno d elos momentos cruciales de todo partido. En esta ocasión con la forma de una más que rigurosa exclusión que se llevó muchísimas protestas desde el banquillo zamorano y a las que respondieron la pareja arbitral con alguna sanción.

El choque se calentó y la grada mantuvo el fuego alto con sus cánticos y su excelente ambiente de balonmano. Los cordobeses pusieron todo su arsenal en pista y los Moreno, Casado o Camino aportaron su granito de arena para ir enjugando distancias.

La igualada local a falta de cuatro minutos para la conclusión, 19-19, dio aún más emoción a un partido que ya era precioso de ver. Un dos minutos visitante a falta de tres ayudó a concluir un minuto más tarde la remontada cordobesa, 21-20. El tiempo muerto pistacho dio el campanazo de salida a la resolución del partido. Los locales rozaron la gloria de la mano de Moreno, pero el MMT Seguros Zamora defendió con mucho orden bajo la tensión y Octavio, con un gol sobre la bocina, selló una victoria que sabe a gloria por lo sufrida.