El MMT Seguros Balonmano Zamora disfrutó ayer de una vuelta a casa inmejorable, en una tarde en la que el equipo se dio todo un baño de "plata" en su regreso oficial a la División de Honor B.

El rival, el Antequera, apenas tuvo opciones durante un encuentro en el que los "Guerreros de Viriato" brillaron en defensa, con un Leo Maciel inconmensurable bajo los palos y que se ganó a la afición con sus intervenciones, demostrando que lo verdaderamente importante llega ahora y ya está perfectamente acoplado. En el plano ofensivo no fue todo tan acertado y al equipo le costó encontrar fluidez en sus acciones pero el indiscutible líder, Octavio Madagán, volvió a demostrar que esta categoría le queda pequeña y no solo por los seis goles que anotó a lo largo del partido sino por cada uno de los desmarques y acciones que dejaron patente su calidad ante unos jugadores visitantes que no eran capaces de frenarle.

El encuentro de ayer era el regreso, en competición oficial, del MMT Seguros. Han pasado meses desde aquel 23 de mayo en el que se consumaba el descenso desde Asobal aunque si algo ha demostrado este club es que es capaz de renacer de sus cenizas, y en esta ocasión lo hace con la vitola de favoritos. Con un equipo bastante renovado para lo que acostumbra la entidad zamorana, ayer la plantilla se reencontró con una afición que sí ha podido disfrutar de los pistacho este verano con dos amistosos en el Ángel Nieto pero era ayer cuando empezaba lo verdaderamente importante: la Liga.

El inicio sobre el parqué del Ángel Nieto fue dubitativo, con dos ataques fallidos mientras que el Antequera sí conseguía adelantarse. Primero Octavio y después Guille pusieron las tablas de forma consecutiva en el electrónico del Ángel Nieto y a partir de ahí el MMT Seguros se adueñó del encuentro y fue siempre por delante.

Dos dianas de Octavio marcaron las primeras distancias ante un rival que se daba constantemente de bruces con la sólida defensa que erigieron los "Guerreros de Viriato" que se vieron apoyados por Leo Maciel que pasados unos primeros minutos de adaptación fue ganando en seguridad con acciones que despertaron los aplausos del respetable. Las rentas locales iban aumentando aunque lo más destacado era que en el minuto 17 tan solo habían encajado tres goles (8-3), un dato que demostraba la solidez atrás que tanto demanda siempre Eduardo García Valiente y que se estaba haciendo realidad.

El Meridiano Antequera estaba absolutamente fuera del encuentro hasta que, en un arreón final antes de llegar al descanso y después de un tiempo muerto, consiguieron maquillar el marcador con un parcial del 0-3.

Con la reanudación y un 14-9 en el marcador el camino parecía mucho más llano. En esta ocasión la defensa tardó algo más en ajustarse pero cuando lo hizo todo estuvo hecho ante una afición que también se iba entregando a la causa con el paso de los minutos. La superioridad zamorana no cesaba como se demostró en el minuto 53 cuando se consiguió la mayor ventaja a favor de los zamoranos, ocho arriba (24-16). Desde el banquillo el entrenador seguía exigiendo aunque las mayores instrucciones llegaban hacia el aspecto más ofensivo donde el juego era menos fluido de lo que había esperar. La victoria local era un hecho y eso también les permitió relajarse en los últimos compases ante un rival al que supieron hacer frente para sumar los primeros dos puntos de la temporada.