CASTRO URDIALES 0

GCE ARCEBANSA 3

Esta noche, en el Kodak Theatre de Los Angeles, se celebra una nueva edición de la gala de los Oscar, donde las grandes figuras del cine reciben los laureles y los premios como justo reconocimiento a un gran trabajo. Según los críticos, el año 2007 ha sido uno de los más prolíficos en calidad, muy cerca de las grandes décadas del cine norteamericano: los años 40 y los 70.

Los actores, actrices y demás personas que dependen y trabajan en este mundo visten sus mejores galas para acudir a esta cita de repercusión mundial.

Ayer el Peru Zaballa se transformó en ese Kodak Theatre y la alfombra roja recibía a dos equipos que llegaban con ánimos y expectativas diferentes. El equipo local, el anfitrión, llegaba con la idea de ganar para salir de la quema, de la zona de descenso, donde nunca debe estar un grande como el Castro. Por el otro lado de la calle, enfilaba la alfombra roja el GCE Arcebansa, que tenía la necesidad de mejorar la imagen que había mostrado en el "thriller" anterior ante Caspe.

A la entrada no esperaban fotógrafos, sino unos hinchas que arropados y dirigidos por el "Frente ballenero" apoyaban al Castro Urdiales, conscientes de que la salvación de la escuadra rojilla depende de las actuaciones en el Peru Zaballa.

Tras la pertinentes presentaciones, la gala comenzaba en el parquet cántabro. El primer galardón era el que iba a dilucidar quién era el mejor director. Y nada más salir se vio que el técnico del GCE Arcebansa, Miguel Angel Hernández, le había ganado la partida a su homónimo del Castro. La presión a toda cancha que impuso el FS Zamora desde el inicio le valió a los zamoranos para acongojar a los rivales y sobre todo para tener las primeras ocasiones del partido.

En estos minutos iniciales, y durante todo el partido, también se vio y se dilucidó quién iba a ser el mejor actor secundario o de reparto, ese galardón al que esta noche opta Javier Bardem. El galardón se lo llevó el meta del Castro Urdiales José Mari, que durante todo el partido amargó la existencia de los jugadores zamoranos. Se hubiera llevado la estatuilla al mejor actor, de no ser porque su equipo perdió el partido.

La primera parte fue de claro dominio zamorano con ocasiones claras de gol, que desbarataba una y otra vez la defensa del Castro o su portero. En defensa la cosa no podía ir mejor, porque el equipo no recibía ni una sola ocasión. Hasta que mediada la primera mitad, el equipo zamorano no pudo aguantar el tremendo ritmo impuesto y bajó un poco el pistón. Esto lo aprovechó Castro Urdiales para llegar a la meta defendida por un soberbio Eloy que desbarató las dos ocasiones que tuvieron los rojillos.

Así las cosas, llegó el momento del tiempo de asueto y los jugadores se marchaban a los vestuarios con el empate a cero. En fútbol sala un empate a cero puede significar dos cosas: o que el partido es un aburrimiento y es de mediocampismo puro o que los porteros han estado soberbios a la hora de desbaratar las ocasiones de los arietes rivales. En este caso fue lo segundo. El Castro Urdiales se mostraba endeble en defensa pero su meta los mantenía en el partido. Mientras, el GCE Arcebansa tenía una cara fenomenal en la defensa y se mostraba activo en ataque. Esta ecuación tenía un resultado claro, victoria segura. Un equipo que defiende bien y tiene jugadores determinantes arriba, siempre tendrá alguna opción.

La segunda parte comenzaba con el mismo guión, y empezó a emerger la figura de la película, que ya había tenido destellos en la primera parte. El brasileño Leo Soares se erigía en el mejor actor y recibió la estatuilla dorada. Supo dar criterio al equipo en defensa, parar el partido cuando debía, ofrecer asistencias certeras en ataque e incluso se permitió el lujo de marcar el primer gol que abrió el camino de la victoria. Leo fue carácter, estilo, toque, pase y gol. Y por ello se llevó el premio al mejor actor.

Pero sería injusto nombrar a un jugador y dejar de lado el gran trabajo defensivo de Claudinho y Alex, los goles de Rubén Cala y Adriá, el equilibrio de Kadú y Javi Cala y el desgaste y el trabajo de Javi Serrano y Bruno Cabral.

Tres goles en cinco minutos. Tres destellos, tres fogonazos y muerte dulce para Castro Urdiales que murió con todo lo que tenía, con portero jugador y vendiendo muy cara su derrota. Una derrota que le sigue dejando en zona peligrosa.

Por cierto, hubo tiempo para que el árbitro se llevase la pitada del respetable por una segunda parte lamentable en la que se complicó la existencia con dos expulsiones locales. Fue la mancha de una velada magnífica.

Lo mejor de todo es que estos tres puntos se pueden contar como seis, los tres conseguidos y los tres que el GCE Arcebansa le recorta al Burela, que cayó ante Marfil Santa Coloma.

Ahora el GCE Arcebansa tiene que centrarse en el partido ante el Atlético Logroño. El equipo riojano llegará al Angel Nieto después de vencer al todopoderoso RAM de León.

GCE Arcebansa Zamora: Eloy, Claudinho, Leo, Adriá y Bruno Cabral -cinco inicial-. También jugaron: Javi Serrano, Javi Cala, Kadú, Rubén Cala y Alex.

Bajo Aragón Caspe: José Mari, José López, Pedro, Edu Vidal y Chiqui Gil -cinco inicial-. También jugaron: Lozano, Abel Macías, Leo Baptista, Beltran, Jara y Dani Alonso.

Goles: 0-1, min.24: Leo recibe en la línea de diez metros un pase de Javi Serrano y manda, con la zurda, el esférico a la base del poste izquierdo. 0-2, min.25: Adriá Esteller marca a placer un gran pase de Bruno Cabral desde la esquina, tras luchar por recuperar el cuero. 0-3, min.27: Rubén Cala recoge un rechace en el segundo palo, tras un disparo de Bruno Cabral, y manda el cuero al fondo de las mallas.

Arbitros: Dirigieron el partido los colegiados Galbarriatu Ramos y Ventayol Gómez del colegio vasco. Expulsaron por doble amarilla a Beltrán (min.34) y por roja directa a Leo Baptista (min.33).

Incidencias: Partido disputado en el Pabellón Peru Zaballa de Castro Urdiales correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la División de Plata en el Grupo Norte ante unos cuatrocientos espectadores.