Agustín Ruiz ha sido uno de los mejores atletas veteranos de España durante la última década y hoy, pese a que mantiene un envidiable estado de forma, echa de menos aquellos campeonatos de España de Cross en los que se mantuvo imbatido durante los ocho años que compitió. Hoy entrena lo que puede y sólo compite en las carreras que le apetece, por matar el gusanillo. El será el padrino en la primera edición de la carrera Can We Run Zamora que organiza La Opinión-El Correo de Zamora. "No bajo más de dos o tres días a la semana a entrenar y corro solo alguna carrera por compromiso como la del Cerco de Zamora que será el próximo día 3; la de Fuentespreadas o la de la Guardia Civil", reconoce Ruiz en una conversación para este periódico.

"Ha pasado ya tanto tiempo y tan de prisa que ya no sé si echo algo de menos algo. Veo a compañeros que siguen yendo a los campeonatos de España y de alguna manera me tientan y me gustaría volver a correrlos pero es que ya no me veo, sinceramente". Aunque, "pensándolo fríamente -añade-, me llevan los demonios al ver que ya no puedo estar en los tiempos de entonces. Yo corría un 10.000 en poco más de 30 minutos, y ahora no puedo bajar de 35 o 38 minutos; iba a correr una legua y era capaz de correrla en ritmos por debajo de 3 minutos el kilómetro y ahora verte a 3´30 me resulta muy duro".

Agustín Ruiz es consciente de que el trabajo en los entrenamientos ya no es el mismo y lo comprueba día a día: "Ayer se metieron en la pista mis compañeros a hacer series, y harían como 20 repeticiones. Yo sólo pude con 8 a mi ritmo y veo que las patas ya no me van", añade resignado.

Esta retirada del atletismo de "alto nivel" no es la primera que sufre en su vida deportiva porque antes, hace ya muchos años, decidió también dejar la bicicleta cuando era uno de los mejores aficionados del país: "Me pasó algo parecido, pero era diferente. Lo llevé mal porque estaba muy metido en el ciclismo, muy concienciado, tenía ganas de ser ciclista, pero con el tema de la mili y después que estuve con el Pescanova y no nos entendimos. Lo que me mató fue la "mili", me tocó para Canarias y fue el acabose del ciclismo. Si me hubiera tocado en la península, estoy seguro de que hubiera podido estar en profesionales un par de años, seguro. Fue un año en blanco, con 19 años, y volver a la actividad me costó mucho trabajo. Luego la estancia con el Pescanova fue para olvidar".

Resulta sorprendente, al menos, que un gran ciclista, un gran atleta y un nadador de buen nivel como llegó a ser en su juventud, no diera el salto al triatlón, como han hecho otros: "Volver a la bicicleta, no me veo, otra vez metido en el coche montando y desmontando la bici. Hace unos años no tenía bicicleta de carretera y me compré una, y los primeros días iba super inseguro. Te metes en un pelotón en el que la mayoría no ha montado nunca, y no es lo mismo caerse corriendo a pie que a 50 por hora en la bici. Hay muchos chicos que no tienen ni idea de rodar en pelotón. Con treinta y pico años, trabajando, con la familia, etc., no me veía pero sí que me hubiera gustado". De todas forma Ruiz llegó a competir en el triatlón que se organizaba en Palacios del Pan y que luego se trasladó a Manzanal del Barco: "Gané alguno, contra gente buena de Valladolid" . Agustín Ruiz Pérez llegó a ser nueve veces campeón de España de Veteranos, ocho en campo a través y otro más de 10.000 en asfalto con una marca de 31´31 que seguramente siga siendo récord de España de su categoría pero tiene la espina clavada de no haber ganado nunca una media maratón: "He hecho 1h7 en varias ocasiones y no he tenido la suerte de poder ganar. En Zamora siempre que he corrido, venía Rui Muga y me ganaba; en Salamanca con 1h7 me ganó Maldonado, también en Babilafuente hice una gran marca pero no pude ganar a Antonio Cuadrado". Y también reconoce que "me gustaría haber bajado de 30 minutos en el 10.000 y haber ganado algún campeonato de España de pista de veteranos, pero nunca participé pese a que en el cross siempre ganaba yo en mi categoría durante 10 años. También ganamos con el Vino de Toro varias veces por clubes".

Tampoco pudo participar en los campeonatos del mundo en pista porque "supone mucho gasto y ese dinero prefiero gastármelo en irme de vacaciones con mi mujer". Este experto corredor analiza el furor de las carreras de montaña que existe actualmente: "Corrí una en Avila y me pasó lo de Forrest Gump. Me puse a correr, me quedé yo solo y me perdí. Dije: "hasta aquí he llegado". Para mi el atletismo es en campo a través, en pista o en carretera. No les doy valor a las carreras de montaña, no me gustan. Esta gente corre a unos ritmos muy lentos. No quiero faltarle a nadie al respeto pero yo, estando gordo, les he ganado a los especialistas sin mucho trabajo. Hace poco hicieron una competición en Valladolid entre los mejores atletas y corredores de montaña de Castilla y León , y no hubo color. Son bonitas y la gente disfruta, pero el problema del riesgo de lesiones es también importante". Debutará en la Can We Run pese a que siempre ha corrido con su perra: "Me parece bonito porque a mi siempre me han gustado los perros. Lo veo entretenido, es otra manera de hacer atletismo o de salir a correr. Los de Scooby lo agradecen porque le das otra vida al perro. Yo tengo una pastor alemán y sí que me lo planteé alguna vez salir a correr con ella, pero no había los medios que hay ahora, hace unos 20 años. En la finca de mi padre salía muchas tardes a correr con ella durante un rato largo. Y tengo amigos que salen con sus perros y aseguran que están encantados de correr. Es una forma muy buena de darles una segunda vida a esos perros que están atrapados en esa vida de las perreras".