El 23 de septiembre del 2006, Luis Cano "Peli" disputó su primer partido oficial con el Balonmano Zamora. Fue en el Manuel Camba, ante el Santa Bárbara. Los pistacho ganaron 27-19 para disfrute de los cien espectadores que acudieron a ver aquel encuentro que abría la temporada en Segunda Nacional. Junto a él, en el siete inicial, aparecían Carletes, Octavio y Jortos, pero la dirección aún no era cosa de García Valiente.

Para ver al técnico salmantino en el banquillo hubo que esperar un año menos un día. El 22 de septiembre del 2007, el que luego sería el entrenador con mayúsculas del Balonmano Zamora inició su brillante historia al frente de los pistacho con un contundente triunfo en Burgos (21-33). ¿El mejor aquel día? Peli, con nueve goles.

Aquellas primeras batallas se libraron en pistas de Castilla y León, en la última categoría nacional. Todo era amateur y la información mediática se reducía a pequeñas reseñas de los partidos. Así comenzó una historia que se fue agrandando a medida que el equipo fue cogiendo vuelo. En 2009, llegó el primer salto en Vigo; en 2013, el aterrizaje en Plata; y solo un año más tarde, la gloria de la Liga Asobal.

Se dice rápido, pero el proceso consolidó un modelo que se fue trasladando a la base y calando en una sociedad zamorana que terminó de engancharse al equipo con el traslado al Ángel Nieto. Gracias a Peli, gracias a Edu y gracias al resto del núcleo duro del club, el balonmano es el deporte de moda en Zamora desde hace varias temporadas. Sea en Plata o en Asobal, el pabellón se llena y un descenso es acogido con tristeza, pero sobre todo con el orgullo que da la pertenencia.

Hoy, dos de los de siempre se despiden, pero queda su legado y cientos de postales de una etapa dorada. Hoy, el Ángel Nieto dice adiós a dos figuras icónicas del balonmano en la ciudad.