El Zamora B regresó goleado de Valladolid, donde se midió al UVA, en un partido sin nada en juego, ya que los locales están en mitad de la tabla y los zamoranos matemáticamente descendidos desde hace varias jornadas, con tan solo tres puntos en su haber, ni una sola victoria en su casillero y deseando finalice una temporada aciaga que ya se les está haciendo demasiado larga. Sin embargo, pese a no jugarse nada, los universitarios protagonizaron un choque intenso en el que gozaron de multitud de ocasiones.

Salió muy enchufado el Universidad de Valladolid, que inauguró muy pronto el marcador. Corría el minuto 5 de partido cuando Rober se internó por banda hasta la línea de fondo y su pase atrás fue rematado por Arriaga al fondo de las mallas.

Tres minutos después Alex Rabadán tuvo en sus botas la posibilidad de ampliar la ventaja para los rojillos, pero a pesar de estar solo ante el portero zamorano, Pablo, su disparo no encontró portería. Con la ventaja en el marcador y el precedente de la situación de los zamoranos, los vallisoletanos aflojaron su ímpetu inicial, lo que dio pie a que los hombres de Paco Santillana protagonizaran dos aproximaciones a la portería local con peligro. La primera no la pudo aprovechar pese a plantarse solo ante el portero local, Cartón, pero la segunda sí: Jambrina hizo subir el empate al marcador.

Sin embargo, la ´pájara´ local duró poco y tras el gol encajado, los universitarios recuperaron el control y se lanzaron en busca de recobrar la ventaja en el marcador y gozaron de un remate de Rayo que salió alto y una volea de Ramón que salió fuera por poco, hasta que en el minuto 35 sí lograron marcar: repitió autoría Arriaga tras hacerse con el balón en un rechace y fusilar a placer.

En la segunda mitad el control y las continuó siendo para los locales. Los vallisoletanos dispusieron de numerosas ocasiones para sentenciar el encuentro, destacando Rayo y Arriaga en la creación de peligro, aunque fue Rabadán quien lo logró, tras regatear a Pablo y marcar a puerta vacía. Continuaron las ocasiones para los locales, destacando un remate de Raúl que salió alto pero muy cerca del larguero, y una jugada en la que Rayo no llegó a rematar por muy poco un centro. Con todo el pescado vendido, en los minutos finales los zamoranos inquietaron a Cartón, que se tuvo que emplear con reflejos, poco antes de que llegara el cuarto tanto de los locales, obra de Raúl trasformando un penalti. Nada más sacar de centro tras encajar este gol, Markel hizo el segundo de los zamoranos, pero el reloj ya marcaba el final y no hubo tiempo para más.