Las murallas de Ávila y la subida al Puerto de Navalmoral elegirán al ganador de la Vuelta a Castilla y León después de que la etapa entre Valladolid y Palencia se decidiera en un sprint que ganó el estonio Räim y que permite a Carlos Barbero continuar como líder.

Jaime Rosón, que fue en todo momento protegido en el pelotón, entró con los favoritos y ha cumplido con nota en las dos etapas llanas antes de que llegue su momento en un terreno rompepiernas con montaña en el que puede sacar ventaja. Aunque no existe la dureza óptima para que el zamorano rompa a sus compañeros de pelotón, si que el final en alto, con adoquinado, puede servirle para jugarse una Vuelta a Castilla y León que podría decidirse por bonificaciones.

Carlos Barbero, compañero de equipo del zamorano, aventaja en estos momentos en un segundo a Aberasturi y en trece al pelotón del que forman parte algunos de los escaladores del pelotón que intentarán brillar en Ávila, entre ellos el zamorano Jaime Rosón.

El corredor del Movistar Team, que es uno de los máximos favoritos si la Vuelta a Castilla y León acabara decidiéndose en las rampas abulenses, ha conseguido sobrevivir en los dos días llanos sin percances, lo que también le permitirá tener una pequeña ventaja sobre algunos escaladores que perdieron parte de sus opciones en los abanicos de la provincia de Salamanca.

Rosón vivió cómodo en el pelotón, y sin el viento que fue protagonista en la etapa inaugural, pudo rodar cómodamente para entrar con los mejores en las calles de Palencia. Movistar dejó que marchara una fuga en los primeros kilómetros para evitar mayores sobresaltos y después puso a trabajar a los gregarios de Barbero y Rosón quienes, con ayuda de otros equipos como el Caja Rural, consiguieron frenar la hemorragia de tiempo y mandar a los favoritos a un sprint masivo.

De esta manera, la XXXIII edición de la Vuelta a Castilla y León se decidirá este domingo en Ávila, tras una etapa rompepiernas de 165,6 kilómetros que, tras partir de Segovia, llegará a la Plaza de Santa Teresa, en la capital abulense, tras haber superado cuatro puertos de montaña: dos de segunda y dos de tercera, en los que ya podría cribarse la carrera.

Además, el final de la etapa también tiene sus complicaciones, debido a las empinadas cuestas que deberán subir los corredores en paralelo al lienzo sur de la muralla y en el que el zamorano Jaime Rosón intentará entrar victorioso para ganar la prueba.