La XXXIII Vuelta a Castilla y León, que comienza hoy en Alba de Tormes (Salamanca) y finalizará el domingo en Ávila, recorrerá una ruta marcada por los lugares vinculados a Santa Teresa, en la más abierta de las últimas ediciones, dada la igualdad de los 18 equipos participantes, y con el zamorano Jaime Rosón como uno de los aspirantes al podio aunque no es el recorrido apropiado para un ciclista de sus características.

La primera etapa partirá de Alba de Tormes y llegará a Salamanca después de 182,4 kilómetros en los que los 126 corredores tendrán que superar dos puertos de segunda y uno de tercera categoría.

Al día siguiente los ciclistas partirán desde Valladolid y arribarán a Palencia tras completar los 178,3 kilómetros de una etapa con tres pequeños puertos de tercera.

Si no hay sorpresas y el viento de las dos primeras etapas no hace estragos, lo previsible es que la prueba se resuelva en la tercera y última etapa con salida en Segovia y llegada en la capital abulense, después de 165,6 kilómetros de un recorrido rompe-piernas.