El Zamora salió de vacío de su visita al terreno de juego del Atlético Astorga (2-1) y lo hizo con un sabor agridulce tras merecer mucho más frente a un plantel local que necesitaba como agua de mayo los tres puntos para mantener su posición en la zona de play-off. Fue, además, un partido de reencuentros, ya que el técnico del Zamora CF fue el artífice del único ascenso a Segunda B del conjunto astorgano.

Fueron los locales los que, en un principio, se hicieron con el control y empezaron a rondar con cierto peligro la portería rojiblanca. A los 12 minutos, y hasta en tres ocasiones, en una jugada que nacía tras un saque de esquina, el Astorga pudo inaugurar el marcador, pero ni Roberto Puente ni Villa estuvieron precisos. Fue el primer aviso de los anfitriones que dos minutos más tarde veían como se le anulaba un gol a Villa por fuera de juego y que en el minuto 15 lograba su objetivo de adelantarse en el marcador en una jugada que nacía en el centro del campo y que culminaba Diego Peláez. Fueron los mejores minutos de los locales ante un rival que se mostraba preciso en su campo pero que adolecía de peligro a la hora de irse al ataque.

Hasta el minuto 30 el Astorga fue quien llevó el control ante un Zamora al que el tanto en contra le llevó a cierta zozobra. Poco a poco los rojiblancos empezaron a hacerse más consistentes e incluso a desnivelar el dominio local a su favor. En apenas cinco minutos, los zamoranos reclamaron dos manos en el área del Astorga. Una de Sergio y otra de Chete. Sin embargo, su mejor ocasión llegaría a los 41 minutos en un lanzamiento de Saúl en la que tuvo que emplearse a fondo Samu.

El Zamora se hacía hecho dueño del encuentro encerrando al Astorga en su área.

Tras el paso por vestuarios, los méritos contraídos por los zamoranos encontraban su premio en una jugada que culminaba Carlos Ramos en el área maragata aprovechando una contra que nacía tras un saque de esquina a favor del Astorga y que culminaba el centrocampista rojiblanco en el área rival. Con el empate, el Zamora dispuso de una ocasión inmejorable para darle la vuelta al marcador en una jugada de Javi Bueno que culminaba Samu con un paradón cuando la afición del Zamora ya cantaba el gol.

Fueron los mejores minutos de los de Carlos Tornadijo frente a un Astorga que había pasado de dominador a dominado y que con el empate se mostraba muy nervioso. Con ese panorama parecía que el Zamora estaba más cerca de la victoria que el Astorga aunque todo iba a cambiar con un cabezazo de Roberto Puente que salió fuera por muy poco.

A partir de ahí, los locales recuperaron el control sabedores de que el empate no les valía. Javi Amor lo intentó desde lejos en el 75 y tres minutos más tarde, Villa aprovechaba un error en la zaga zamorana para dentro del arrea batir de vaselina a Miguel. El tanto se convirtió en un duro golpe para el Zamora que a pesar de reaccionar se encontró con pocas oportunidades para poner de nuevo las tablas en el marcador y los cambios no evitaron que los de la capital del Duero se fueran de vacío. El Zamora afrontó la recta final dispuesto a, al menos, no acabar por debajo en el marcador frente a un rival con el que había empatado en la primera vuelta. Pero en esta ocasión, sus ganas y sus méritos contraídos durante casi una hora, donde se mostró más consistente que el Astorga, no encontraron el premio esperado. La falta de acierto volvió a pesar como una losa en los de Carlos Tornadijo. Carlos Ramos, el jugador más incisivo de los zamoranos en este encuentro, lo intentó en un par de ocasiones pero el 2-1 ya no se movió.