Llega sonriente y con la sudadera de la Selección Española puesta. Unas horas antes, Elba Álvarez (Zamora, 2001) había regresado a casa tras un viaje con el Raza Sayaguesa a Castilla-La Mancha; los primeros días de la Semana Santa los pasó en Madrid con el combinado nacional juvenil. La chica que el año pasado jugaba con dos equipos y entrenaba con otro no para, pero tampoco parece agobiada. Más bien, en un punto entre la alegría y la ambición. Quedan unas semanas de temporada y, por delante, dos retos gigantes para ella y para el Balonmano Zamora.

Antes, los deberes salieron adelante como todos esperaban. El equipo senior, del que Elba también forma parte, arrasó en el grupo regional para colarse en la fase de ascenso a División de Honor Plata. El juvenil tampoco falló y se colocó la tercera corona en otras tantas temporadas tras brillar en la liga regular y apuntalar el trabajo en la fase final. Unos días antes, el seleccionador nacional llamó a la zamorana para acudir a una concentración que la primera línea estuvo a punto de perderse.

"Cuando me caí estaba pensando que no iba a poder jugar al día siguiente y que ya no iba con la Selección", recuerda Elba. Esa caída se produjo en el segundo partido de la fase final de Castilla y León. Pero al día siguiente la perspectiva cambió: "Leo me vendó bien, calenté y jugué un poco coja, pero bien. Al ver eso dije: bueno, vamos a la Selección", cuenta entre risas.

Allí, la acogida superó las expectativas: "Me trataron muy bien y fui capaz de dar mi 100%. Los entrenamientos tuvieron un nivel muy alto y trabajaré para ir a la próxima convocatoria, que ya será para preparar el Mundial de Polonia de este verano", explica Elba, una de las cuatro chicas de primer año que estuvieron en la concentración.

Además, la zamorana también tuvo la ocasión de debutar en un amistoso ante un conjunto de Honor Plata de Getafe: "Yo pensé que iba a tener menos minutos. Jugué diez en cada parte. Defendí en el lateral y, en ataque, di un par de pases al pivote, provoqué dos penaltis y metí dos goles", rememora la central pistacho.

Una vez superado con éxito el examen, en el horizonte aparecen Zarautz y el intersector para el Campeonato de España juvenil, la frontera donde el Balonmano Zamora ha tenido que detenerse en las últimas temporadas: "Queremos pasar por fin a la fase final. Somos casi el mismo equipo que el año pasado y creo que, si jugamos como sabemos, tendremos más opciones", analiza Elba. El torneo, en el que participan cuatro equipos con una plaza en juego, tendrá lugar el próximo fin de semana con las anfitrionas y Roquetas como grandes rivales.

Más allá del juvenil, a mediados de mayo, el Raza Sayaguesa buscará el asalto a Plata en una fase con el mismo formato que el intersector juvenil: "Subir sería un regalo para todas, sobre todo para las senior que tuvieron que dejar el balonmano en su día porque no había equipo y ahora han vuelto", comenta Elba: "Ojalá sea en casa. Mi experiencia dice que sería mucho más accesible", apostilla la zamorana.

En ambos retos, el director de orquesta será el mismo que dirige la gran parte de los éxitos de los equipos femeninos del club, Leo Álvarez: "No sé lo que nos hace. Es el mejor entrenador que he tenido. Es muy listo y sabe llevar cada situación de partido con calma. Nunca le he visto nervioso", asegura Elba. Y remacha entre risas: "Entrenar es lo que más quiere en esta vida. Casi no nos deja tiempo para otras cosas, pero su empeño, sus ganas y lo que le gusta hacen que estemos aquí".

El aquí y el ahora es un dominio cada vez más acentuado en Castilla y León y la aparición de jugadoras de gran nivel, como Elba, que consolidan el crecimiento de las categorías femeninas del club. La propia joven cita a compañeras como Isabel o Adriana, también entre las mejores de la región. El futuro parece asegurado, aunque el drama de la provincia también afecta al deporte: "Me quedaré hasta el año que viene. Luego, me iré a estudiar fuera", concluye.